Ayer, 21 de noviembre, Patronal, UGT y CCOO llegaron a un pre-acuerdo en el convenio de hostelería de Navarra, en el que acuerdan congelar los salarios dos años y abrirle la puerta de par en par a los aspectos más recesivos de la reforma laboral.
El preacuerdo alcanzado ayer por estos sindicatos supone una pérdida de poder adquisitivo durante los próximos dos años debido a la congelación salarial que han firmado, ya que esto no supone el mantenimiento de las condiciones salariales, como muy bien saben, sino la pérdida de salarios.
Además dan entrada a la reforma laboral, tal cual la escribió el PP en marzo de 2012, dotando al convenio de este sector de una flexibilidad del 10% de la jornada laboral, lo cual supone un evidente retroceso en las condiciones laborales que hasta ahora se disfrutaban. A partir de esta firma los empresarios van a poder utilizar más de 170 horas de cada trabajador/a para utilizarlas cómo y cuándo quieran, fuera de la jornada habitual. Si la precariedad en hostelería era una característica por sus condiciones laborales, ahora se verá todavía más agudizada.
Y si a esto le añadimos que para el descuelgue del convenio que la reforma laboral permite, han dado por bueno el arbitraje obligatorio, claramente la patronal tiene un convenio que solo les beneficia a ellos. Asumir este arbitraje obligatorio supone que el convenio pueda ser papel mojado, ya que las empresas podrán no aplicar el convenio sin tener que llegar a un acuerdo con la representación sindical, único garante evidente del mismo.
Por eso desde LAB, ante esta situación, proponemos luchar en los centros de trabajo para evitar que la aplicación de la reforma laboral sea posible, ya que ante el despotismo de la patronal y la irresponsabilidad y subordinación de algunos sindicatos, ha sido imposible defender esto en el convenio sectorial.
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