El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy un proyecto de presupuesto para 2012 que apuesta por una política procíclica y regresiva en la medida que, según el propio Gobierno, recorta la cifra de gasto total en un 1% con respecto al de este año. Pero un análisis más sosegado y homogéneo seguramente arrojará una reducción más abultada, si tenemos en cuenta que es la primera vez que se incluyen en el presupuesto las cuentas de las Fundaciones y los Consorcios.
En todo caso, el ejecutivo de Lakua a elegido la peor de las opciones para cuadrar las cuentas del próximo ejercicio. El débil crecimiento económico registrado en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa durante la primera mitad de 2011 ha sido posible por la buena evolución del comercio exterior y por el gasto de las administraciones públicas. Y ahora, cuando las economías más potentes de Europa han entrado en una situación de estancamiento y previsiblemente las exportaciones caerán de forma importante, el gobierno decide profundizar la política de recortes.
Y además lo hace ensañándose con el colectivo más vulnerable, el que está soportando las peores consecuencias de la crisis y la pobreza; sólo así se puede entender la reducción de la cuantía que recibirán quienes perciben la Renta de Garantía de Ingresos.
Por tanto, mienten descaradamente cuando se afirma que se garantizan los servicios y las prestaciones sociales básicas. Es imposible mantener el mismo nivel de prestación de servicios públicos con menores dotaciones presupuestarias.
Tampoco el empleo se encuentra entre sus prioridades porque, como reconoce el gobierno, el capítulo de inversiones es el que ha sufrido un mayor ajuste. Durante los primeros seis meses de 2011 se han perdido 9.600 puestos de trabajo; y las decisiones presupuestarias agravarán las malas perspectivas que se ciernen sobre la situación económica y laboral.
Por el contrario, se confirma que la elaboración de los presupuestos está orientada a cumplir con la disciplina presupuestaria impuesta desde el gobierno central, a pesar de ser la Comunidad Autónoma con el ratio de deuda más bajo de todo el Estado, si exceptuamos las de Madrid.
Asimismo, todo parece indicar que las propuestas de Confebask sí han dejado su impronta en la elaboración de estos presupuestos. Sin duda la patronal se sentirá reconocida al comprobar que el presupuesto para 2012 recoge entre sus objetivos reducir el tamaño del sector público e incrementar la competitividad.
En definitiva, patronal y gobierno comparten el mismo un patrón de crecimiento, un modelo erróneo y basado en la demanda externa. Por eso los costes salariales y el gasto social son considerados un lastre para la competitividad, y se adoptan políticas que terminan reduciendo la renta disponible de la clase trabajadora, deprimiendo la demanda interna y destruyendo empleo.
Euskal Herria, 26 de octubre de 2011