La semana pasada el FROB anunció que 36.000 millones de euros entregados a la banca española no se van a recuperar, Pero esta no es mas que la punta del icebeg del desfalco para las arcas públicas que está suponiendo salvar las cuentas de resultqados de los accionistas y especuladores bancarios. A estas cantidades ingentes de dinero se unirá por ejemplo que mientras en Bankia se han entregado 24.000 millones de euros más su valor en bolsa no supera los 8.000 o que otras entidades bancarias intervenidas necesiten nuevas inyecciones de dinero para ser vendidas.
Entretanto y en el primer semestre de 2013 tanto el BBVA como el Santander han duplicado sus beneficios en relación a 2012 (Casi 5.000 millones de euros) y que las empresas del IBEX 35 en ese mismo periodo hayan incrementado sus beneficios un 18,8% hasta llegar a los 15.292 millones de euros.
Antes de la crisis y en la crisis la banca siempre gana. Y gana a costa de generalizar la pobreza, destruir el ya de por sí limitado sistema público y empeorar drásticamente las condiciones de vida y trabajo del conjunto de la sociedad.
Esta es la patronal que decide las políticas en el estado español y esta es la patronal a la que CEN y Confebask quieren imitar. Ganar la mayor cantidad de dinero posible en el menor espacio de tiempo a costa de lo que sea; aunque bajar salarios y encarecer servicios públicos deprima la demanda interna y la economía vasca; a costa de destruir nuestro tejido productivo por medio de políticas económicas decididas en el Estado que nada tienen que ver con nuestra realidad política, social o económica.
La crisis no es igual para todos. Y no hay salida mientras no se de un cambio radical de las políticas económicas que la está alimentando. En Euskal Herria se puede y se deben hacer las cosas de otra manera y eso es lo que exijimos a nuestras instituciones. No pueden seguir ni un minuto mas esperando acontecimientos sin tomar medidas drásticas; esta no es una crisis económica es una crisis política derivada de que los gobiernos tanto español como de la CAV y Navarra han dejado en manos de especuladores y rentistas las decisiones económicas.
Para las trabajadoras y trabajadores vascos es una cuestión de dignidad. Nos están machacando sistemáticamente y a plazos y no podemos esperar que las cosas cambien si no las hacemos cambiar. Este próximo Otoño tenemos una nueva oportunidad para rebelarnos, no hay otra solución
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