Nota de LAB en respuesta a las declaraciones del Consejero de Salud Jon Darpon. El sindicato cree qué, si como dice Darpon "vamos a intentar no aplicarlo por todos los medios" -refiriendose al copago farmaceútico hospitalario- no entiende como no se utilizan los presupuestos para garantizar un sistema universal y equitativo.
Conviene recordar que la imposición del repago farmacéutico, por el que las personas pensionistas se ven obligadas a pagar una parte de los gastos de farmacia, vino acompañada por la retirada de financiación de 425 medicamentos, principalmente utilizados por personas mayores y enfermas crónicos. Se trata de un atentado contra la salud, que implica un desigual acceso a la salud. Se castiga así a los sectores más débiles que se ven obligados a prescindir de tratamientos y medicinas por falta de medios económicos, cuestión ésta que incluso ha sido reconocida por el consejero de salud con la boca pequeña.
Si la gente deja de tomar medicamentos, con el riesgo de empeorar su estado de salud, una de las prioridades de los presupuestos debería ser resolver y superar esta situación a todas luces injusta. Si la imposición del repago por parte de Madrid atenta a la esencia de un sistema universal y equitativo, los presupuestos deberían utilizarse para no perder derechos básicos. Pero, ante estas cuestiones esenciales, los presupuestos de Urkullu poco hacen. E incluso, para su defensa, utilizan el mismo discurso del PP cuando apelan a la reducción del gasto farmacéutico, que no es otra cosa que un aumento de la recaudación, vía repago, por la imposición a las personas pensionistas de la compra, total o parcial, de medicamentos.
Para LAB, las medidas del Departamento de Salud y sus presupuestos no responden a la necesidad de asegurar la igualdad en el acceso a la salud. No aporta ninguna alternativa a la obligación de pagar el 100% del precio de los medicamentos que antes estaban totalmente financiados por el Sistema de Salud, muchos de ellos imprescindibles en el tratamiento de enfermedades graves y crónicas. Igualmente, las medidas compensatorias son parciales, y todo apunta a que van a ser limitadas y caras de gestionar. Y, lo que es una cuestión central, tampoco aporta ninguna medida de peso en favor del mantenimiento de la equidad y universalidad, y que cuestione el modelo neoliberal de Salud: que cada cual responda exclusivamente de su salud en función de su nivel económico, tal y como pretenden hacerlo con las pensiones y la dependencia.
{module[111]}