La Secretaria General Ainhoa Etxaide y el portavoz para Navarra Igor Arroyo presentaron ayer los actos del Primero de Mayo en Nafarroa. Al igual que en el resto de Euskal Herria, LAB se movilizará en las cabeceras de comarca: Pamplona, Tudela, Lizarra, Tafalla, Altsasu, Bera y Agoitz (todas a las 12:00 menos Tutera y Agoitz media hora más tarde).
Igor Arroyo recordo el encierro que, hace cuarenta años, protagonizaron los mineros de Potasas. "Lucharon en condiciones extremas por sus derechos, fueron despedidos y reprimidos, pero gracias a su lucha y a la de toda una generación el Pueblo trabajador conquistó derechos laborales y libertades sindicales. Sin embargo, una parte del sindicalismo, representada por UGT y CCOO, se subió al carro de una transición amañada. Con la firma del Pacto Intersectorial en 1995 se institucionaliza el Diálogo Social como una de las columnas que sostiene el Régimen navarro".
Arroyo hizo referencia a la Tabla Reivindicativa aprobada por las comisiones obreras en 1974, donde se plantea 40 horas semanales, 30 días de vacaciones, jubilación a los 60 así como la "libertad para decidir sobre la vinculación del pueblo navarro con el resto de los pueblos del Estado español". Según Arroyo, "UGT y CCOO dejaron a un lado esta tabla reivindicativa y firmaron en 1995 la paz social con la Patronal. La Patronal, con la paz social en una mano, con la otra declaró la guerra a la clase trabajadora: subcontratación, precariedad, dobles escalas, privatizaciones". Sin embargo, las luchas de la última década han logrado minar el Régimen y abrir una oportunidad al cambio. "El cambio se abre paso también en lo sindical", afirma Arroyo, "LAB está en máximos históricos mientras que UGT y CCOO consechan el peor resultado desde los 80: no suman más que el 48% de los votos y en los Comités de Empresa no llegan a la mitad de la representación sindical".
Por su parte, Ainhoa Etxaide resaltó la necesidad de "reinventar" el sindicalismo. "Partiendo de la tradición de lucha como la de Potasas, necesitamos repensar el sindicato para ser agente determinante en los retos del futuro". Tras cumplir 40 años de recorrido, LAB está realizando una reflexión estratégica para ello.
Sobre la actualidad, Etxaide denunció que el supuesto crecimiento económico se traduce en crecimiento de beneficios a costa de la clase trabajadora. "Es necesario luchar con cuatro objetivos principales: 1200 euros de salario mínimo, 35 horas de jornada semanal, servicios públicos universales y acceso a la vivienda garantizado. Hay riqueza suficiente para ello, lo que hace falta son decisiones políticas". En este sentido, la Secretaría General de LAB resaltó la importancia de conseguir una mayoría parlamentaria proclive al cambio en las elecciones de mayo. "Es necesario un cambio en las instituciones, pero la garantía del cambio real reside en la movilización sindical y popular".