Los y las pensionistas de LAB han celebrado hoy su Asamblea anual para hacer balance de las iniciativas llevadas a cabo el último año y analizar la situación actual del área (copago, pensiones…). Tras la asamblea se han manifestado en Iruñea para, frente al ataque del poder financiero y de los estados que los amparan, reclamar la necesidad de soberanía social y política para garantizar en Euskal Herria derechos y pensiones dignas, poniendo en manos de la clase trabajadora los instrumentos que nos permitan decidir sobre ello.
Para las trabajadoras vascas y vascos, las pensiones y la lucha por su control ha sido y son cuestiones centrales en la disputa contra el poder económico y financiero , así como contra los estados. Las pensiones son cuestión primordial para el capital, que busca su privatización cueste lo que cueste. Ellos han puesto precio a nuestro bienestar y a nuestra vida, y quieren engordar sus bolsillos haciéndonos pagar por ello. Pero las pensiones son también una cuestión de Estado, un arma fundamental para privar a Euskal Herria y a quienes vivimos y trabajamos en ella, poder construir un modelo de protección social propio, adecuado a nuestras necesidades, con iguales derechos para mujeres y hombres y con participación y control democrático.
Desde 2008, la crisis que ellos, y sólo ellos provocaron, esa misma crisis la están aprovechando para obtener ventaja e imponernos su dictadura de privatizaciones, repagos, eliminación de derechos. Esa es su alternativa: gentes sin techo, sin papeles, sin salud, sin empleo, sin prestaciones sociales, y ahora, sin pensiones dignas, y para nuestra juventud, un futuro sin pensiones.
Este es el desafío que tenemos las trabajadoras y trabajadores vascos. Un camino duro y complicado en favor de la dignidad para todas y todos. Una dignidad que no puede venir ni del capital ni de los Estados actuales. Ellos son el problema, y la solución la tenemos que encontrar aquí, en nuestro pueblo, abriendo el camino de la soberanía social, en convencer y extender a nuevos sectores que la única forma de garantizar derechos y pensiones es que estén en nuestras manos las herramientas, estructuras e instrumentos legislativos para que podamos decidir sobre ello.
Y decíamos que no es una lucha fácil. Para LAB esta pelea no se reduce al discurso fácil, de quienes aparentan desacuerdos ante el empobrecimiento de las pensiones, pero terminan aceptando y asumiendo las reformas por inevitables. Para LAB conseguir un sistema propio de protección social supone enfrentarse con todas nuestras fuerzas al poder económico y a los estados, con compromiso militante. Y de ello son una buena muestra Oscar, Torbis y Fermin, tres militantes de LAB para los que la Justicia española pide 18 meses de cárcel, por encadenarse en el acceso a la Volkswagen en la huelga general de 2011 para denunciar el recorte de las pensiones. Para ellos, nuestro apoyo y cariño, para ellos nuestra solidaridad y reconocimiento por su implicación en favor de unas pensiones dignas y públicas en Euskal Herria, para todas y todos.
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