Acabamos de tener conocimiento de que, ayer, un trabajador de la empresa Voith Hydro de Ibarra falleció en la central hidroeléctrica de la localidad ourensana de Rubía. Según los datos que hemos podido conseguir, el trabajador murió atrapado en una máquina y tuvo que ser rescatado por las y los bomberos. En primer lugar, desde el sindicato LAB quisiéramos hacer llegar nuestro dolor y solidaridad a familiares, compañeros, compañeras y personas allegadas.
Es la décima víctima mortal desde el inicio de 2024 y el tercer fallecimiento en el ámbito industrial por atrapamientos o golpes de máquinas. Desde 1997, las máquinas que se pongan a disposición de las y los trabajadores deben cumplir con una estricta normativa. Pero a dia de hoy, sigue siendo habitual encontrar en cualquier empresa máquinas peligrosas que incumplen la normativa. No es casual, por tanto, que en los índices de siniestralidad, cada año, las máquinas sean una da las causas más importantes. La patronal incumple la normativa con total impunidad, a pesar de que la normativa lleva décadas en marcha.
Mientras tanto, tanto Osalan como la Inspección de Trabajo, creadas para ser ineficaces, permiten que la patronal sigue sin cumplir las medidas de salud laboral. La normativa de salud laboral es conocida en el ámbito jurídico como la que más incumplimientos sufre. Mientras no se cambien de raíz esas estructuras institucionales, mientras no se establezca una dura planificación para controlar y sancionar a la patronal, todo seguirá igual. El resultado es que lo pagamos con nuestra vida.
Sólo la clase obrera organizada logrará cambios profundos. Para denunciar esta situación y mostrar la solidaridad de la clase trabajadora, en las próximas horas nos sumaremos a la concentración convocada en Ibarra por el comité de Voith.