El ataque a nuestros derechos es integral, los establecimientos de hostelería y pequeño comercio también padecerán las consecuencias de la última reforma.
La reforma está pensada para multinacionales y grandes cadenas, para que estas grandes empresas sean más “competitivas”. ¿Qué quieren decir con eso de la “competitividad”? Las grandes empresas deben bajar los precios de sus productos. Para poder bajar los precios, les han dado la posibilidad de bajar los salarios a trabajadores y trabajadoras, despedirlas u obligarlas a trabajar más horas, entre otras.
En el pequeño comercio conocéis perfectamente cuánto daño os hace esta competencia de precios. A partir de ahora el asunto irá a peor. Es cuestión de tiempo que las multinacionales y grandes cadenas, una detrás de otra, empiecen a trabajar esta vía. Además, junto a esto no podemos olvidar el nuevo ataque para obligar a abrir en domingos y festivos, que ya se ha iniciado en Bilbo y que más pronto que tarde tienen la intención de ampliar a toda Euskal Herria.
Además, como consecuencia de todas las medidas de otro tipo que están tomando (recortes, resto de reformas, privatizaciones…) están buscando y consiguiendo el empobrecimiento generalizado de la población. Seguro que habéis notado estas consecuencias en vuestras ventas: cada vez menos gente, un gasto cada vez menor… y esto no cambiará con el tiempo. Han tomado la decisión de seguir ese camino y si les dejamos, lo conseguirán. Tienen que empobrecernos para que los que más tienen tengan aún más.
“Competencia” y “libre mercado” son sólo la ley del más fuerte, pero hay alternativas, las cosas pueden hacerse de otra forma y no como quieren imponérnoslas. Tenemos que construir un modelo económico y social diferente, que sea beneficioso para todos y todas, que ponga a la economía al servicio de las personas y no al revés. En Euskal Herria podemos conseguirlo, pero para conseguirlo tenemos que movernos.
Todos y todas queremos que nuestras ciudades y pueblos estén vivos. Y esa vida la garantizan las tiendas y establecimientos hosteleros y no las multinacionales. Por eso, todos y todas, con empleo o en el paro, estudiantes, comerciantes y hosteleros y hosteleras tenemos que mostrar de forma alta y clara nuestra respuesta, rabia y enfado el próximo 29 de marzo.