El cese de F. Garciandía es, de momento, el último capítulo de una serie de ceses en la cúpula del máximo organismo rector del Puerto. Recordemos que su Director General también ha dimitido y que buena parte de las jefaturas de las áreas se hallan sin responsables como consecuencia del conflicto con su ya expresidente.
Todo ello ha vuelto a suscitar las dudas sobre el futuro de la dársena, generando incertidumbres en todos los sectores implicados, sean las empresas que la utilizan como salida y/o entrada de sus productos, los operadores logísticos y especialmente, entre las y los más de 1.500 trabajado- res y trabajadoras de las empresas que operan en la bahía.
“¿A quién le importa realmente el Puerto de Pasaia?”, decía el ya expresidente en una reciente entrevista. Pregunta clave a nuestro entender. El silencio total, especialmente de las instituciones afectadas, no deja de ser extremadamente preocupante.
A las trabajadoras y trabajadores portuarios, y a LAB como fuerza sindical mayoritaria entre estos, sí que nos preocupa, y mucho. Es nuestro sustento y el de nuestros/as allegados/as, pero también un pulmón económico para toda la comarca.
El mantenimiento y desarrollo a futuro de las actividades pesqueras y comerciales requiere, a nuestro entender, que las instituciones y organismos competentes planifiquen y acuerden un pro- yecto de futuro para el Puerto, realista, sostenible e integrado en un entorno al que no se le puede dar la espalda. Un proyecto que afronte la necesaria transformación de la dársena como conse- cuencia de los cambios operados a su vez en los tráficos de mercancías manipuladas en los mue- lles, cuya caída continua es una realidad constatable.
Desde LAB llevamos tiempo reclamando una apuesta clara de los dirigentes políticos y empresa- riales por el futuro del puerto de Pasaia. A la vista está que ese compromiso ha brillado por su ausencia (ni inversiones en personal, ni económicas que reviertan el declive), lo cual, a su vez, ge- nera un ambiente poco estimulante para los operadores logísticos a la hora de invertir en la dársena.
Si al nuevo gobierno de Gasteiz le preocupa realmente el futuro del puerto de Pasaia, le propo- nemos estas líneas de actuación:
– Poner, como mínimo, el mismo énfasis en el desarrollo de la infraestructura portuaria en Pasaia que en el de Bilbao (Madrid no es excusa, también ellos dependen del Estado).
-Nombrar a una persona como Presidente de la Autoridad Portuaria que, unido al perfil téc- nico y emprendedor del dimitido Garciandía, en vez de dinamitar puentes, sea capaz de liderar un equipo directivo que busque consensos con la representación sindical dentro de la empresa, y posibilite la unidad de acción con los operadores privados en la implementa- ción de un proyecto de revitalización del puerto que tome en cuenta sus fortalezas y debili- dades (el que ha dejado Garciandía puede servir de base).
– Utilizar la arquitectura política e institucional para afianzar la importancia estratégica del puerto de Pasaia para los sectores comerciales y pesqueros, superar la competencia INin- terportuaria armonizando los recursos de la industria con los puertos de Baiona y Santur- tzi, compatibilizar la relación entre puerto y ciudadintegrando las directrices medioambien- tales necesarias, e ir así poniendo las bases para un futuro Sistema Portuario Público Vas- co que priorice los economía de Euskal Herria, cree más empleo en las instalaciones por- tuarias y mejore las condiciones laborales de sus plantillas.
Para LAB del Puerto de Pasaia éste es el rumbo a tomar, pero en este barco, en el puente de mando no hay ni destino claro, ni capitán, ni oficialía.