El paro ha descendido en Hego Euskal Herria, de modo que en noviembre hay 142.203 personas desempleadas (817 menos que el mes anterior). En Navarra, en cambio, el paro ha subido un 0,7% y hay 218 personas más paradas que el mes anterior.
Entre la población menor de 25 años, sin embargo, aumenta ligeramente el paro (0,16%), especialmente entre los hombres. Si analizamos el género, es entre las mujeres donde más ha bajado el paro respecto al mes pasado (el paro entre las mujeres ha bajado un 0,77% frente al 0,28% de los hombres).
El descenso del paro entre las mujeres, sin embargo, no es estructural (respecto al año pasado, hay un 7,7% menos de hombres en paro, frente a un descenso del 2,71% entre las mujeres). El dato debe entenderse vinculado al contexto socioeconómico actual, en el que el sector servicios se ha mantenido el empleo (el paro h bajado el 0,90%, sobre todo entre las mujeres).
Los datos de paro pueden asociarse al cambio de hábitos de consumo que ha supuesto el encarecimiento de la vida o a medidas adoptadas por la ciudadanía para reducir gastos por miedo a lo que viene (ej. anticipar las compras navideñas y aprovechar las ofertas de noviembre). Esta puede ser una razon para entender que se haya mantenido el empleo en el sector servicios, empleos en su mayoría inestables, precarios y feminizados.
Respecto a la contratación, aunque el número de contratos indefinidos va aumentando (el 74,79% de las nuevas contrataciones realizadas en noviembre han sido indefinidos), cabe pensar que una cifra bastante significativa ha pasado a ser fijos discontinuos (3.433 contratos convertidos en indefinidos).
Desde LAB venimos denunciando que detrás de los contratos fijos discontinuos hay una alta tasa de inestabilidad. Gracias a la reforma laboral, la patronal está aprovechando este nuevo tipo de contrato utilizando la inestabilidad laboral en favor de sus intereses. Asimismo, hay cientos de denuncias de estafa denunciando que los fijos discontinuos están siendo aprovechados para cubrir la temporalidad en la contratación.
Según el informe Ikusmiran publicado recientemente por Ipar Hegoa, las condiciones laborales y de trabajo de la clase trabajadora de Hego Euskal Herria son precarias. Más allá del paro, el 53,52% de Hego Euskal Herria entre 25 y 64 años vive en una situación precaria, es decir, uno de cada dos trabajadores no tiene un trabajo digno o unos ingresos suficientes. A este dato hay que añadir que el 34,5% de los pensionistas, recibe una pensión inferior a 1.000 €.
El encarecimiento de la vida ha supuesto una pérdida en el poder adquisitivo de la clase trabajadora y, según los últimos datos del Consejo de Relaciones Laborales, más de la mitad de la plantilla tiene el convenio sin actualizar. Por lo tanto, debido al empleo cada vez más precario, este ya no garantiza salir de la pobreza o disponer de ingresos suficientes para poder vivir dignamente.
En un contexto difícil e inestable, el sindicato LAB ha abierto un nuevo ciclo de lucha y la defensa de sus derechos laborales por parte de los trabajadores está siendo ejemplar. Prueba de ello es que estamos viviendo la mayor conflictividad que hemos conocido en los últimos años.
La patronal es la principal responsable de las precarias condiciones laborales de las y los trabajadores y la administración no es capaz (o no tiene voluntad política) de garantizar unas condiciones laborales dignas. Por ello, reivindicamos que un Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social es una prioridad de clase.