Cambio en la actitud del Gobierno de Navarra, no así en la opacidad que caracteriza la negociación del Convenio Económico
Siempre con la precaución que requiere el desconocer los detalles de la negociación y posterior acuerdo, el sindicato LAB quiere poner en valor el cambio de actitud del Gobierno de Navarra que por primera vez se ha plantado ante Estado negándose a asumir la carga económica por la no negociación por parte del Gobierno español del Convenio Económico y que suponía un auténtico robo a todos los navarros y navarras. De esta forma, y como es de justicia, Navarra rebajará la aportación a las cargas generales del Estado y recuperará el dinero pagado de más en los años 2015 y 2016. Un dinero (215 millones de euros) que desde LAB exigimos se revierta íntegramente en cubrir las necesidades de la sociedad.
A pesar de ello desde LAB seguimos criticando la opacidad que caracteriza la negociación del Convenio Económico. Así, desconocemos qué se ha negociado, qué conceptos se incluyen en el pago y por qué. En consecuencia, criticamos abiertamente la falta de transparencia existente a este respecto.
Soberanía y justicia social ante el fraude a Navarra del Régimen de UPN – PP y PSN Una vez más ha quedado demostrado el fraude social que el Régimen conformado por UPN–PP y PSN ha representando para la clase trabajadora navarra. Así, sin ningún tipo de vergüenza, durante años han colaborado en el robo que el Estado ha realizado a Navarra por valor de más de 250 millones de euros, sufriendo las consecuencias los y las trabajadoras a través de recortes sociales. En este sentido, la única lealtad y pleitesía que conocen UPN y PSN es la que le deben al Gobierno español de Mariano Rajoy y al rey Felipe VI.
Por tanto, la soberanía es la única solución para que Navarra deje de ser desvalijada por el Estado español con la colaboración necesaria de UPN, PP y PSN, para que podamos evitar el pago de parte de la deuda que ha adquirido un Estado corrupto, para que dejemos de correr con los gastos de una monarquía heredera del franquismo y de una fuerza de ocupación como la Guardia Civil. La soberanía es imprescindible, por tanto, para poder dedicar nuestra riqueza a políticas sociales y servicios públicos; en defnitiva, a alcanzar la justicia social.