Este año han fallecido, al menos, 40 trabajadoras y trabajadores en Euskal Herria. La última muerte laboral ha tenido lugar esta mañana en Iruñea, en la empresa Benecke Kaliko, sita en el polígono industrial de Landaben. P. T., de 46 años, ha perdido la vida a causa de un infarto, en una empresa en la que los ritmos altos, las presiones y la vulneración de los tiempos de descanso son una constante. Se trata de una muerte no traumática, pero tiene relación directa, sin ninguna duda, con las condiciones laborales de las y los trabajadores de la empresa. La precariedad está, una vez más, detrás de la muerte en el trabajo.
Concretamente, a través de una comunicación interna, la empresa estableció 15 minutos de descanso para las y los trabajadores, una medida que fue denunciada en Inspección de Trabajo, pero ésta no tomó cartas en el asunto, al ser un comunicado interno. El fallecido únicamente contaba con 45 minutos para comer.
El comité de empresa se ha reunido por la tarde para acordar una respuesta en clave movilizadora. En este sentido, han acordado realizar el lunes un paro de una hora en cada turno y una movilización frente a la empresa, de 13:00 a 15:00.
Desde el sindicato LAB mandamos todo nuestro apoyo a la familia y allegadas y allegados del fallecido, y nos adherimos a las movilizaciones que se convoquen.