“En Euskal Herria se vulneran constantemente derechos económicos y sociales”, ha denunciado la representante de LAB. Ha explicado que existen tres políticas principales detrás de la vulneración de derechos que castiga y empobrece a la clase trabajadora: aplicación de la reforma de trabajo en las empresas vascas, discriminación de la mujer y derribo del sistema de protección. A consecuencia de ello, cada vez son más las personas que viven en la pobreza, sin tener recursos económicos para mantener el nivel de bienestar.
LAB tiene alternativas para hacer frente a la pobreza y a la vida precaria: un sistema propio de protección social. Este sistema tendría como base un sistema público de pensiones que garantizara las propias pensiones y posibilitara una vida digna y autónoma.
En palabras de Martxueta, el sistema público vasco de protección social ha de tener unos ejes concretos; entre otros, “política real y eficaz para crear empleo de calidad, políticas para reducir y repartir los tiempos de trabajo, políticas reales para conciliar la vida laboral y la vida social, servicios sociales públicos para mejorar las condicioones de vida de las personas y para crear empleo público de calidad, e incremento notable del gasto público dirigido a las pensiones.
No hay otro camino para revertir la situación que aplicar otras políticas, teniendo en cuenta que existen precisamente unas políticas concretas detrás de la pobreza que sufre la sociedad. Solo se podrá garantizar una vida digna para todas las personas aplicando las medidas citadas anteriormente. Es hora de dejar a un lado los discursos y de aplicar medidas que permitan superar la pobreza. Las instituciones tienen mucho trabajo que hacer en esa dirección.