UGT, CCOO y una de las patronales de Hostelería han llegado hoy a un acuerdo de Convenio que no cumple las reivindicaciones por las que se habían convocado las huelgas del 1 y 7 de julio: garantía de IPC, regulación de jornadas parciales y mejoras en descansos y vacaciones.
Desde el sindicato LAB denunciamos el acuerdo al que hoy, a falta de una semana para la primera jornada de huelga, han llegado UGT y CCOO en hostelería. Está claro, y así lo ha expuesto la patronal en la mesa de negociación, que la movilización de los y las trabajadoras ha servido para moverles de su postura de bloqueo, pero todavía faltaba tanto tiempo como contenido para llegar a un acuerdo.
Los mínimos por los que las plantillas estaban movilizándose y se habían convocado huelgas estaban claros, y ninguno ha sido logrado:
Los incrementos salariales pactados NO garantizan el IPC, ya que ponen un tope que si lo superan no serán aumentados, es decir, que si en los próximos 4 años el IPC supera el 17%, los salarios no alcanzarán tal aumento (hay que tener en cuenta que en los solo dos años el IPC ha aumentado más del 12% por lo que no es descabellado que en cuatro supere el 17%). Además, no van a pagar todos los atrasos del 2022, a pesar de ser el año en que bares, restaurantes y hoteles han estado al 100% de ocupación.
Por otra parte, las vacaciones y los calendarios seguirán regulados exactamente de las misma manera que hasta ahora, ya que no se ha introducido absolutamente ninguna cuestión que lo cambie. Y lo que para este sindicato es lo más grave, las jornadas parciales seguirán con la misma desregularización como hasta ahora. Además de los salarios, la característica de este sector es que la mayoría de los y las trabajadoras tienen contratos con jornadas muy inferiores a las que realmente hacen, y un registro electrónico no va a servir más que para evidenciarlo. Desde LAB siempre hemos tenido claro que para avanzar en contra de la precariedad en el sector de la hostelería era imprescindible introducir medidas concretas en contra de estas abusivas contrataciones.
Una vez más, UGT y CCOO han tendido la mano a la patronal evitando las movilizaciones y aceptando que trabajar en la hostelería siga siendo precariedad. Si durante estos dos meses “salvemos la hostelería, con un convenio digno” era el lema de todos los y las trabajadores, hoy hemos visto que a quien han salvado es a la patronal, que temía que las huelgas en sábado y en sanfermines pudieran generar estragos en sus cuentas.
Se comprueba una vez más que la movilización consigue mejoras, pero es necesario el cambio de una mayoría sindical en el sector para conseguir realmente que el convenio mejore las condiciones de los y las trabajadores y no satisfaga los deseos patronales.