El sindicato LAB ha hecho un análisis económico de la situación en Mercedes-Benz y un dato resalta por encima de los demás: en los últimos 4 años ha repartido más de 500 millones de euros en dividendos. Además, de 2015 a 2019 ha tenido unos beneficios de 485 millones. En estas circunstancias es obsceno que la empresa y el Grupo pretendan imponer recortes a la plantilla.
Del análisis económico realizado se desprende la situación absolutamente saneada de Mercedes-Benz España. No en vano, en 2019 obtuvo un beneficio record de más de 150 millones de euros, 20 más que en 2018. Este beneficio se produjo con un 8% menos de plantilla, dado que se la empresa ha ido despidiendo a eventuales, a quienes sigue aplicando la doble escala salarial y ha venido externalizando personal del Servicio Médico, logística, ingeniería, etc. Todo ello cuando en su conjunto, el beneficio entre los años 2015 y 2019 ha sido de 485 millones.
Volviendo a la práctica de los años 2016 y 2017, y respondiendo a la más pura lógica capitalista de recoger la riqueza generada por los trabajadores y trabajadoras, Mercedes repartió el año pasado todo el beneficio de año anterior en dividendos, en concreto, más de 130 millones de euros. Dado que en 2018 repartió casi el cuádruple de los beneficios del año anterior, descapitalizando en cierta medida la empresa, en los últimos 4 años ha repartido más de 500 millones de euros en dividendos.
Así las cosas, LAB considera obsceno que con este nivel de beneficios, después de repartir esa ingente cantidad de dinero en dividendos, Mercedes quisiera hacer recortes a la plantilla. En nuestra opinión, no pueden siquiera insinuar medidas que afecten a los derechos y condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras. Consideramos que con la situación económica que tiene Mercedes es inaceptable que quieran atemorizar a la plantilla y a la sociedad gasteiztarra en general, con esos planteamientos. LAB va a seguir defendiendo ahora y en el futuro unas condiciones dignas para todos los trabajadores y trabajadoras ante la lógica precarizadora del capital.