Claro ejemplo de ello es que, cada vez somos menos trabajadores y trabajadoras en la plantilla de El Corte Inglés realizando las mismas tareas o más, y con un sueldo y condiciones laborales que se ven mermados año tras año. Una carga de trabajo que se traduce en jornadas de hasta las 02:00 de la madrugada, dándose el caso de trabajadoras y trabajadores que, en el transcurso de 48 horas, han trabajado 21 horas por juntarse “ampliaciones de jornadas” e “inventarios”. Así pues, El Corte Inglés infringe la ley no respetando, en algunos casos, ni las 12 horas establecidas legalmente entre jornadas (con el perjuicio de salud e incluso monetario que repercute en la plantilla por no desembolsar el dinero por el transporte de vuelta a sus domicilios a altas horas).
Está claro que seguirán adoptando medidas que empeoren las condiciones laborales de las trabajadoras con el único objetivo de maximizar sus beneficios. Otro ejemplo de ello es que la dirección realizó en primavera de este año una campaña para convencer a 1.340 trabajadores y trabajadoras para que aceptaran planes de jubilación, ofreciendo un caramelo que difícilmente podrían rechazar. Tras ello, se escondía una especie de ERE encubierto, por el cuál, El Corte Inglés de Bilbao destruía empleo de la gente con más antigüedad en la empresa, a costa de no realizar más contrataciones y aumentar la carga de trabajo de los y las trabajadoras que siguen en plantilla. Lo que promocionaban como un rejuvenecimiento de la plantilla ha acabado en destrucción de empleo.
Por lo tanto, queremos denunciar lo que se esconde detrás de las cifras de El Corte Inglés, ya que estas cifras millonarias son el resultado de explotar a la plantilla y precarizar nuestras condiciones laborales.