En Euskal Herria existe un conflicto educativo. En Euskal Herria el sistema educativo viene impuesto por los Estados francés y español y se nos niega la posibilidad de crear su propio sistema educativo. Además, estas imposiciones traen consigo un desgarro sistemático y general de los derechos educativos de los y las ciudadanos de Euskal Herria.
Como muestra tenemos uno de los mayores ataques sufridos en los últimos años, la Lomce. Además, hay que integrar esta ley dentro de todas las reformas estructurales realizadas por el Estado español estos últimos años: reforma laboral, privatización de los servicios públicos, retraso en la edad de jubilación, recortes, etc.
Estas medidas dejan en evidencia el uso político y económico que se le da también al sistema educativo. Los Estados y las administraciones que dividen Euskal Herria son verdaderamente conscientes de la importancia que tiene la educación y el sistema educativo a la hora de elaborar un modelo de sociedad y hacen una clara apuesta por imponer un sistema educativo acorde a sus intereses. Gota a gota, como si de un sirimiri se tratara, desarrollan una estrategia mezquina en el proceso de asimilación de Euskal Herria. Quieren educar a personas que sostengan el actual modelo socio-económico liberal y patriarcal y siguen dando pasos en el adoctrinamiento del alumnado. Aunque presentan los recortes como medidas lógicas a tomar ante un momento socio-económico difícil y quieran maquillar los planes y reformas como el desarrollo educativo, hay que colocarlas todas dentro de una misma estrategia.
Tenemos que forzar un vuelco en la situación. Euskal Herria necesita herramientas para su desarrollo y pervivencia y una de ellas es la creación de un sistema educativo propio. La educación la crea el pueblo, para el pueblo, para transmitir a las nuevas generaciones nuestros valores, sabiduría y conocimiento, que son signos de nuestra identidad colectiva. Tiene que ser un proyecto de país por la aportación que hace a su desarrollo y pervivencia. Por lo tanto, al ser uno de los pilares más importantes de un país, es hora de dar nuevos pasos prácticos. Es hora de decir “stop” a las imposiciones de los últimos años y tomar decisiones sobre nuestro sistema educativo aquí, en nuestro país. Pasar del “no” al “sí” y debatir y tomar decisiones entre todas y todos sobre el modelo educativo que necesita Euskal Herria. La cuestión educativa tiene que ser una prioridad social y política.
En este camino, LAB, cómo históricamente ha reivindicado, tiene claro que nuestro pueblo necesita un marco normativo propio. Por eso es necesario abrir un debate sobre nuestro sistema educativo y llegar a acuerdos para la creación de nuevas leyes educativas.
En nuestra opinión, estos acuerdos y sus consecuentes leyes tienen que estar fundamentadas en tres puntos: Curriculum y sistema propio de evaluación; planteamiento para la creación de euskaldunes plurilingües y nueva definición del sistema público vasco.
Además del qué, es importante el cómo. Por eso LAB cree que el proceso de debate y su consecuente legislación debe tener las siguientes características. En primer lugar, el proceso debe realizarse con la participación de todos los agentes políticos y educativos. En segundo, debemos trabajar para lograr un acuerdo entre todas y todos. Finalmente, la creación de la nueva ley deberá tener en cuenta el trabajo realizado hasta ahora.
No podemos dejar sin mencionar Alternatiben Herria, que se llevó a cabo el pasado 24 de octubre en Bilbo. Allí quedo claro que en educación también existen alternativas. Son diferentes los proyectos y dinámicas creadas desde los pueblos con la unión de la comunidad educativa. Todos ellos tienen claro que quieren ser partícipes de la educación de sus hijos, hijas, nietas, amistades… Es necesario ramificar estas experiencias y llegar a todos los lugares de Euskal Herria para que, con el trabajo realizado centro a centro, barrio a barrio y pueblo a pueblo hagamos nuestro el lema de Hezkuntza Plataformen Topagunea, “Guk, orain, hemen gure hezkuntza eraiki”.
LAB tiene la completa determinación de conseguir acuerdos mediante el trabajo en común, como pueblo, en aras de la soberanía educativa. Superar el actual marco y hacer frente a todo tipo de imposiciones para, paso a paso, construir nuestro propio sistema educativo. Es trabajo de todas y todos dar estos pasos. Por eso, en este camino, el próximo 28 de noviembre tenemos una nueva cita en las diferentes convocatorias efectuadas por Hezkuntza Plataformen Topagunea. No perdamos esta gran oportunidad.