Sentadas en el puente de Deustu, subidas a un autobús articulado en el centro de Donostia, mediante una acción itinerante en los supermercados de Iruñea y entrando en la sede de la empresa Eulen en Gasteiz. Con la llegada de la segunda semana de junio, hemos estado denunciando la precarización y destrucción de empleo en los sectores feminizados, en el marco de una dinámica activista promovida por LAB. Hemos finalizado las acciones con una advertencia: Esto no ha hecho más que empezar. Son tiempos para impulsar y reforzar luchas en Euskal Herria.