En primer lugar, denunciamos firmemente la invasión rusa de Ucrania. Exigimos la inmediata salida de las tropas rusas del territorio ucraniano y el cese de los ataques militares. Pedimos medidas rápidas y eficaces para acoger a las personas refugiadas y proteger a la población afectada.
La invasión ucraniana ha agravado el escenario bélico que ya existía. Se enfrentan las potencias nucleares mundiales: por un lado, una OTAN en expansión creciente; por otro, una Rusia cada vez más militarizada. Este tipo de guerras nunca favorecen los intereses de las clases trabajadoras ni de los sectores populares y este caso no es diferente. Una vez más, los pueblos y las y los trabajadores somos los perdedores.
Euskal Herria, al igual que en el referéndum del 12 de marzo de 1986, siempre ha tenido una clara posición contra la guerra, ya que tanto una geopolítica en función de los intereses de los bloques dominantes como este modelo de relaciones internacionales, son una estrategia que va contra la soberanía y la paz de los pueblos y este país no quiere ser cómplice de esa estrategia.
Desgraciadamente, las actitudes que hemos observado por todas las partes implicadas en el conflicto desde que se ha producido la invasión, más que disminuir la tensión, la aumentan cada vez más. En el momento en que necesitamos una diplomacia valiente, comprometida y realista, todas las partes siguen alimentando una estrategia bélica. Nos dicen que no hay dinero para la sanidad, la educación y para unas políticas sociales que garanticen una vida digna de la ciudadanía, y sin embargo se acuerdan políticas para la producción de armas. Nos preocupa las consecuencias que puede generar esta estrategia de guerra en las condiciones de vida de población de Ucrania, Rusia y de toda Europa, ya que si esto no se para a tiempo la situación puede llegar a ser aun mas grave si cabe. En este sentido, denunciamos que la decisión de enviar más armas a Ucrania, en vez de priorizar una vía diplomática y una negociación que nos llegue a un escenario de paz y estabilidad, hará que la tensión aumente más.
En este contexto, el sindicato LAB considera que es el momento de la diplomacia y la negociación. Instamos a la comunidad internacional a buscar nuevos acuerdos internacionales que acaben con la guerra y garanticen un futuro estable, más allá de las lógicas geopolíticas de bloques, situando la vida en el centro, y construyendo una nuevas relaciones internacionales que garanticen los derechos de todas las personas y todos los pueblos.
En este sentido, animamos a participar en las movilizaciones que se organicen en Euskal Herria tanto para denunciar la guerra como para reivindicar la soberanía de los pueblos en los parámetros mencionados. Concretamente, LAB se suma a las movilizaciones organizadas este viernes en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria.