A pesar de las notables diferencias entre las provincias, en Hego Euskal Herria hay 747 personas paradas más respecto a enero. Si el paro ha subido en Navarra y Araba, en Bizkaia y Gipuzkoa hay menos personas desempleadas que en enero, según los datos publicados hoy. Las diferencias también se visibilizan en cuanto a la franja de edad o el género, ya que en esta ocasión han sido en general la juventud y las mujeres las que han sufrido el aumento del paro, mayoritariamente las trabajadoras que trabajan en servicios.
Los datos del paro miden el número de personas trabajadoras en desempleo que buscan activamente empleo. A pesar de ser datos importantes y a tener en cuenta, no miden el número de personas subempleadas ni el de personas paradas que han dejado de buscar empleo por pérdida de esperanza o por cualquier otra causa. Los datos de las trabajadoras que no buscan empleo y realizan trabajos del hogar y de cuidado gratuitamente tampoco se encuentran en los datos publicados hoy, las de miles de personas mayoritariamente mujeres, 182.000 trabajadoras en Hego Euskal Herria. Los datos del paro nos muestran por tanto sólo la punta del iceberg, y se silencian otras tantas realidades del ámbito laboral.
Hoy, en comparación con el mes anterior, hay más personas paradas en Hego Euskal Herria. Y además, las condiciones de las personas empleadas van empeorando año tras año. Hoy hay más mujeres en paro que hace un mes, y también nos deberíamos centrar en la realidad de las mujeres empleadas. Y es que debemos denunciar las crecientes dificultades que existen para mejorar las condiciones laborales de los sectores feminizados: a pesar de que se activen y desarrollen luchas, la patronal rechaza el acuerdo, renuncia a la mejora de las condiciones de trabajo de muchas trabajadoras. No es casualidad que en Hego Euskal Herria los salarios de las mujeres sean un 20% inferiores a los de los hombres. La división sexual del trabajo sitúa a las mujeres principalmente en empleos menos valorados, cuando en general son empleos clave para el sostenimiento de la vida. A la patronal eso no le importa demasiado, ya que argumentan que tienen menos valor añadido para justificar salarios más bajos.
LAB sigue con su compromiso de seguir luchando por la mejora de las condiciones laborales en sectores y empresas, y no sólo eso, sino que necesitamos un acuerdo que establezca un suelo mínimo común a todos los trabajadores y trabajadoras, en torno al salario mínimo, la brecha salarial, la jornada parcial impuesta y la reducción de jornada.
Cuando acaba de pasar el 22 de febrero, día internacional contra la brecha salarial, y el 8 de marzo se acerca, es hora de asumir compromisos concretos más allá de discursos. Exigimos responsabilidad a las patronales, a las instituciones y a los partidos políticos que las gestionan, que no hagan la vista gorda, y que se mojen ante esta realidad, porque su responsabilidad no es sólo crear empleo, sino que éste sea de calidad y repartido equilibradamente.