ante las imposiciones de los estados y la dictadura de los mercados
Tras tres años de duras medidas de ajuste y recortes presupuestarios, supuestamente para salir de la crisis, las distintas adiministraciones nos han colocado a las puertas de una nueva recesión. Los gobiernos de Madrid, Gasteiz e Iruñea se han limitado a poner a disposición del capital financiero las políticas y los recursos públicos.
Pretenden terminar con el estado de bienestar para poder hacer negocio con los servicios públicos y sociales, con nuestra salud, nuestra educación, nuestras prestaciones, los cuidados a las personas… Y también pretenden hacer negocio y seguir aumentando su margen de beneficio a costa de empeorar salarios y condiciones laborales.
Desempleo, desahucios, precariedad laboral y social… La pobreza está aumentando de manera significativa, siendo los colectivos más vulnerables (personas jóvenes, mujeres, personas pensionistas, migrantes, personas con discapacidad y hogares monomarentales) los protagonistas de situaciones precarias.
Estos objetivos sólo se han podido conseguir, haciendo que los gobiernos se sometan a las decisiones de los poderosos, eliminando todo tipo de control político y social de la economía. Han apartado a la mayoría social trabajadora de todos los ámbitos de decisión y de control. Mientras sean unos pocos los que decidan en su propio beneficio “el bien común”, se van a seguir haciendo las mismas políticas.
Pero sí hay alternativa. Sí se puede construir un modelo donde la economía esté al servicio de las personas y no al servicio de los mercados. Un modelo basado en el reparto justo de la riqueza, y en la creación de empleo de calidad.
Por todo ello necesitamos recuperar la capacidad de decisión de la mayoría social trabajadora, y exigimos el derecho de Euskal Herria a dotarse de la organización política, económica y social que libremente elija. Exigimos soberanía política y económica ante las imposiciones de los estados y la dictadura de los mercados. Es cierto que la soberanía por sí sola no garantiza otro modelo, pero sin ella es seguro que no tendremos capacidad para poder construirlo.
De esta crisis solo se sale construyendo un nuevo modelo social. Dejar al capital que haga en esta crisis es dejar que deshaga todo lo que con tanto esfuerzo y lucha se ha conseguido. Hay que frenar todo esto y eso se hace disputándole el poder al capital. Disputar el poder en la calle, en los centros de trabajo y en las instituciones. Vamos a construir un nuevo modelo, vamos a reconstruir este país. Y lo vamos a hacer sin complejos, sin miedos. Y para eso hace falta poder. Poder político y popular. Es la sociedad, somos los y las trabajadoras quienes debemos decidir cómo salimos de esta. Tenemos que construir Euskal Herria desde y para la mayoría social trabajadora. Esa es la batalla ante esta crisis. Nosotros y nosotras lo tenemos claro.