Ayer, 28 de septiembre, fue el día internacional en favor del derecho al aborto. Además de realizar nuestra lectura al respecto, Arantza Vazquez y Elixabete Etxeberria, representantes de la Secretaría Feminista del sindicato, han escrito un artículo de opinión en favor del derecho al aborto.
La negación del derecho de las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos ha sido una constante a lo largo y ancho del mundo.
La lucha de las mujeres por el derecho a decidir, liderado por el movimiento feminista y apoyado por miles de mujeres, tuvo en los años setenta una repercusión social inimaginable hasta entonces. Cuando en 1976 se produce en Basauri la detención de 11 mujeres; 9 de ellas acusadas por abortar y dos por practicar los abortos, se genera una ola imparable de solidaridad y movilizaciones que van consiguiendo, poco a poco, a lo largo de los años, modificaciones en la Ley de interrupción voluntaria de embarazo.
El 28 de septiembre de 1990 se declara en el V encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe el Día por la Despenalización del Aborto, recordando que el aborto inseguro y clandestino supone la primera causa de muerte de las mujeres en muchos de los países de esa región.
Hoy, aquí, en Euskal Herria, seguimos con una ley impuesta que nos “permite” la interrupción del embarazo en los casos y condiciones que esa ley dice. No podemos olvidar, además, que todas las mujeres sin acceso a la sanidad pública y que viven entre nosotras, siguen utilizando métodos para interrumpir sus embarazos de forma clandestina y en condiciones inseguras, poniendo en riesgo su salud; ya que quienes están situación irregular solo pueden acceder al aborto por la vía privada. El derecho a decidir sobre nuestros cuerpos sigue siendo una cuestión de clase y no podemos obviar que mientras esto siga siendo así tendremos que seguir peleando por este derecho sin restricciones y para todas.
Y del mismo modo, queremos recordar que sin desobediencia muchas veces no hay justicia. Los ejemplos de leyes negando el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, nuestras vidas, nuestros pueblos, nuestras identidades… son múltiples en estos últimos tiempos.
En la lucha por el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos fueron fundamentales e imprescindibles las redes de solidaridad que se tejieron entre mujeres en Euskal Herria, resultando muy interesantes las alianzas generadas entre mujeres de hegoalde e iparralde. Y para llevar a cabo esas interrupciones de embarazos, fue indispensable la colaboración y ayuda de muchas trabajadoras y trabajadores,de la sanidad, sobre todo, pero también de otras profesiones, que hicieran posible estas prácticas.
Ellas y ellos (médicos, médicas, enfermeras, trabajadoras sociales, psicólogas, psiquiatras…) de manera anónima, jugándose el puesto de trabajo e incluso bajo la amenazada de cárcel e inhabilitación, hicieron posible de manera solidaria que muchas mujeres no se vieran obligadas a continuar con un embarazo que no deseaban, desobedecieron leyes absurdas e injustas que trataban a las mujeres como objetos a tutelar. Recordemos que en 1990 se celebró en Iruñea un juicio a profesionales sanitarios bajo la acusación de haber practicado un aborto en el hospital público “Virgen del Camino”
Desde LAB, queremos traer al recuerdo, rendir homenaje y agradecer a todas estas trabajadoras y trabajadores que durante todos estos años han mostrado su solidaridad y han puesto su conocimiento a disposición de esta lucha por el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos. ¡Gracias a ellas esta lucha también fue posible!
También queremos recordar y mostrar nuestra solidaridad con todas las mujeres que siguen siendo encarceladas por ejercer el derecho a decidir.