Hicimos huelga el viernes en la Atención Primaria y realizamos manifestaciones en las capitales el pasado sábado. Con la llegada del lunes, esta vez hemos llevado a cabo una huelga en toda Osakidetza, a convocatoria de LAB, SATSE, ELA, CCOO y UGT, para responder a las políticas de desmantelamiento de la sanidad pública. Los sindicatos hemos insistido en que es momento de movilizarse y obligar a Osakidetza a mover sus posiciones ante la grave situación de la Sanidad pública y la falta de soluciones del Departamento de Salud del Gobierno Vasco. «Si el Departamento de Salud no da pasos para revertir la grave situación actual en Osakidetza, continuaremos con las movilizaciones», hemos advertido los sindicatos.
Concretamente, mientras la situación que se vive en los centros de trabajo es cada vez más precaria, la respuesta de Osakidetza no va más allá de volcar sus esfuerzos en campañas propagandísticas y enarbolar excusas sin proponer ni una sola medida y sin atender ni una sola reivindicación. Es más, la pandemia se ha convertido en la excusa perfecta para seguir adelante con sus políticas de recorte, precarización, falta de inversión, privatización y desmantelamiento de la sanidad pública. El colapso y las dificultades para acceder a la atención sanitaria requerida son ya un clamor entre la ciudadanía y el hartazgo de la plantilla queda reflejado con claridad, tanto en el masivo seguimiento de las movilizaciones convocadas en las últimas semanas, como en los diferentes conflictos abiertos.
Para los sindicatos, estas son las reivindicaciones que Osakidetza debe poner en marcha:
-Aumentar el presupuesto de Osakidetza para el ejercicio 2023, hasta llegar a la media de la UE (7% del PIB), destinando un 25% del mismo a la atención primaria
-Adecuado dimensionamiento de las plantillas con la creación de miles de puestos de trabajo, que permitan racionalizar las cargas de trabajo y dar una atención de calidad a la ciudadanía.
-Acabar con la temporalidad que sufren más de 24.600 trabajadores y trabajadoras hasta rebajarla al 8%, consolidando a las plantillas.
-Recuperación del poder adquisitivo perdido y reversión de todos los recortes, incluido el aplicado en el Desarrollo Profesional.
-Reversión de todos los recortes aplicados en los PAC: reapertura y/o restauración de los horarios de atención.
-Cobertura inmediata, total y desde el primer día, en todas las categorías, de todas las jubilaciones, vacantes, bajas y otras ausencias.
-Evaluación de riesgos psicosociales y aplicación de medidas correctoras, con especial énfasis en las cargas de trabajo y en los efectos de la pandemia.
-Medidas efectivas y reales de flexibilidad y/o conciliación de la vida laboral y familiar.
-Resolver los conflictos pendientes sobre turnicidad, complemento de hospitalización (%4), complemento específico y cierre de urgencias de Santiago
-Medidas que faciliten la jubilación anticipada de la plantilla.