Siemens-Gamesa no ha aclarado lo más importante. ¿Cómo es posible que sólo 6 meses después de la unión de dos empresas gigantes con récord de ventas, productividad y beneficios según ellos mismos declararon, planteen despedir ahora a 6.000 trabajadores y trabajadoras en todo el mundo?
Valoración de LAB de la situación actual en Siemens-Gamesa tras la reunión mantenida ayer entre la dirección de Siemens-Gamesa y los sindicatos:
Si la Dirección de Siemens-Gamesa pretendía tranquilizar a las y los trabajadores y a la opinión pública con la reunión de ayer, no lo consiguió. Más allá del número global de despidos (408), no concretó quiénes van a ser las y los despedidos ni en qué plantas se van a producir. Tampoco definió cuál va a ser el procedimiento que van a utilizar para tratar los despidos, ni las causas que justifican los mismos.
Los medios de comunicación ya tenían antes de la reunión la misma información que trasladaron a las y los representantes de los trabajadores posteriormente, algo que resulta inaceptable.
La Dirección habló, en génerico, de que no habría despidos en las plantas que ellos denominan “productivas”. Por lo que cabe deducir que habrá despidos en todas las demás plantas, incluidas aquellas que no son estrictamente oficinas o I+D, como empresas calificadas de servicios por la multinacional, como, por ejemplo, la de Arazuri (Nafarroa), encargada de la logística.
El sindicato LAB además está muy preocupado por el futuro de todos los trabajadores y trabajadoras pertenecientes a las empresas que trabajan para Siemens-Gamesa. Como siempre sucede en estos casos, se habla siempre del efecto en la contratación directa, pero esta destrucción de empleo directo tendrá consecuencias negativas también en toda la cadena de subcontratación.
¿Cómo es posible que las legislaciones europeas lo permitan? y ¿cómo es posible que no haya habido ninguna dimisión? Sólo sabemos que unos pocos se han repartido más de 1.047 millones de euros mientras, por ahora, 6.000 trabajadores y trabajadoras se van a la calle.
Por último, denunciamos muy duramente la actitud tanto del Gobierno Vasco como el de Nafarroa, asumiendo el discurso de la empresa de “minimizar” las consecuencias. No estamos hablando de una empresa en crisis, sino de dos “monstruos” en crecimiento que hace sólo unos meses estas mismas instituciones aplaudían esa unión porque iba a “traer un mayor crecimiento”. Estamos ante una crisis, sí, pero de valores, de quiénes se forran a costa del desempleo de miles de trabajadoras y trabajadores con el apoyo ímplicito de las instituciones. Las y los trabajadores de nuevo nos encontramos solos frente a este nuevo ataque.
LAB no acepta ningún despido y luchará contra los mismos.