El pasado lunes 23 realizamos el último de los tres paros de 24 horas que desde STAT, USO y LAB habíamos convocado dentro del contexto de la negociación del convenio colectivo de Tubacex-TTI-ACVA.
Primero, queremos hacer un resumen de lo acontecido en las últimas fechas y explicar las razones que nos han llevado hasta aquí.
A principios de 2017 comienza la negociación del nuevo convenio colectivo. Tras un año de reuniones poco fructíferas, empezamos el 2018 con una Dirección que tiene prisa por cerrar la negociación. La Dirección impone, tanto el calendario de reuniones como el contenido a negociar.
Esto nos deja a la representación sindical sin margen de maniobra para exponer ciertos temas que consideramos importantes. Como por ejemplo, reducir el altísimo índice de eventualidad, definir un sistema de contratación objetivo, definir criterios para las fijezas (antigüedad, aptitudes…), limitar la flexibilidad, frenar las horas extras o eliminar las dobles escalas tanto salariales como para las promociones entre otras cosas.
A mediados de marzo presentan el Acuerdo de Cierre de la negociación definitivo con el compromiso de que dicho acuerdo fuera sometido a votación por parte de la plantilla.
ELA, CCOO e Independientes firman dicho acuerdo con una ajustada mayoría. STAT, USO y LAB no lo firmamos por considerarlo insuficiente. La empresa anunciaba en esta última reunión que en caso de salir NO en la votación los términos del acuerdo quedarían sin efecto y se retomaría la negociación desde cero.
Tras una asamblea general, el día 22 de marzo se somete a votación y sale por mayoría la no aceptación del acuerdo. Al día siguiente, la Dirección de Tubacex-TTI-ACVA remite un comunicado a la plantilla anunciando que daba un mes de plazo para que las trabajadoras y trabajadores recapacitaran sobre su decisión. Ese mismo día solicitamos la convocatoria del Comité Intercentros para retomar la negociación.
Se celebra posteriormente dicho Comité y la empresa deja claro que no está dispuesta a negociar y reitera que hay un plazo marcado. Además la mayoría sindical no propone ninguna medida para desbloquear la situación.
Ante esta falta de respeto por la decisión de la plantilla, decidimos tomar la iniciativa. Proponemos unas movilizaciones como medida de presión hacia la actitud de la Dirección y convocamos para los días 13, 20 y 23 de marzo paros de 24 horas. La mayoría firmante decide no sumarse pero tampoco presenta ninguna alternativa. La empresa comienza con una oleada de amenazas, presión y chantajes hacia la plantilla y hacia los sindicatos convocantes.
La estrategia de la Dirección empieza a generar incertidumbre y malestar entre la plantilla. Más tarde, el anuncio de la retirada de las inversiones de las plantas de Laudio y Amurrio agrava más la situación.
Durante los días de los paros, la empresa ha cubierto puestos de personas en huelga de manera sistemática, vulnerando los derechos fundamentales de los trabajadores y las trabajadoras. Sumado a esto, presenciamos atónitos como algunos delegados de los firmantes también participan en la suplantación de puestos.
Nos ponemos en contacto con Inspección de Trabajo y durante el paro del día 20 visita las plantas de Acerálava y TTI Llodio dejando constancia de las irregularidades cometidas.
La valoración de las huelgas es muy positiva por varias razones:
• La plantilla ha plantado cara a la Dirección, enfrentándose al modelo de negociación que desde años Tubacex impone. Un modelo basado en el miedo, el chantaje y condicionando las inversiones en las plantas de Aiara.
• Hemos conseguido paralizar en la mayoría de relevos las líneas de producción principales a pesar de no ser mayoría sindical, poniendo nerviosa a la empresa.
Queremos denunciar la actitud mostrada por ELA, CCOO e Independientes durante el proceso:
• Por negarse a realizar asambleas informativas para fomentar el debate entre la plantilla, relegando su papel a la ratificación de acuerdos.
• Por posicionarse a favor de la Dirección durante las movilizaciones.
• Por dirigir sus esfuerzos contra nosotros y no contra la Dirección, quien es la que no ha asumido el resultado de la votación. Con esta actitud entendemos que ellos tampoco asumen dicho resultado.
• Por no ofrecer alternativas al colectivo de trabajadoras y trabajadores, cargando sobre nuestras espaldas la responsabilidad.
Aun así, las secciones sindicales de STAT, USO y LAB creemos que a pesar de las diferencias habidas, debemos seguir buscando la unidad de acción para defender un convenio que mejore nuestras condiciones de trabajo. Además, seguiremos apostando por la movilización como herramienta si la Dirección no pone solución a este bloqueo.