Estamos dispuestos a un acuerdo para una fase de transición, cuyo fin sea reflotar el grupo y cuya consecución se haga sobre la base de unas premisas que, para nosotros, son las siguientes:
Sobre el plan industrial:
-Un informe detallado y cuantificado de las inversiones necesarias, que incluya el que,el cuándo y el paraqué.
-Ha de haber garantías de caja para el día a día desde el principio. La plantilla ha de dejar de ser quien pague sus facturas con sus derechos cuando no da el dinero.
-La aportación del inversor será en forma de ampliación de capital. De no ser así,en caso de ser todo o parte en
forma de crédito, de cara a la devolución del mismo, previamente deberá: haber restablecido las condiciones previas a la plantilla; las inversiones han de estar realizadas; no se pueden repartir dividendos si el inversor está recuperando el crédito; a empresa ha de estar en beneficios.
Sobre el plan social:
-Se han de coger compromisos con el empleo y sus condiciones laborales. Si ha de haber una fase de transición esta ha de ser acordada y ha de afectar a todo el empleo, a VSC, a Vicrila y a Vitech.
-La transición garantizará las salidas de manera escalonada y voluntaria si fueran necesarias, así como reconocerá como deuda cualquier modificación de las condiciones laborales.
-Esta transición será trasparente. Ello se garantizará con representación de los y las trabajadoras en el Consejo de Administración mientras se tenga deuda laboral.
¿Por qué el Gobierno Vasco no lo ve así? Contando con un consejero en el en Consejo de Administración del Grupo, se alinea con los que han llevado a Vicrila a esta situación, evitando exigirles ningún tipo de responsabilidad cuando han dilapidado las cuantiosas ayudas en dinero publico entregadas.
Tras haberse desentendido completamente a lo largo de todo el proceso aparece ahora presionando a las y los trabajadores para que acepten un ajuste intensivo y acusando al comité de ser inflexible. ¿No ha encontrado el Gobierno ninguna fórmula alternativa a la presión unidireccional hacia las y los trabajadores para preservar la continuidad de Vicrila?
Es momento de acompañar y garantizar que en este proceso se preserven al máximo los derechos de los y las trabajadores, además de mantener el tejido industrial. Algo que en los últimos años y con miembros en el Consejo de Administración de la empresa no ha hecho.
LAB seguimos echando en falta una apuesta responsable por el futuro de Vicrila y sus trabajadores y trabajadoras.