El proceso ha sido largo y duro. Desde el inicio del año se estuvo instando a la Dirección, por parte del Comité de Empresa, a que se reuniera con el objeto de iniciar las negociaciones para renovar el pacto de empresa. Las primeras reuniones no fueron hasta finales de mayo y el acuerdo lejano y difícil. La empresa, de hecho, quería más recortes. No nos ha regalado absolutamente nada. A pesar de ello, las movilizaciones que se hicieron tanto en junio como a lo largo del verano posibilitaron volver a retomar la negociación en octubre y conseguir, finalmente, este preacuerdo.
Valoramos el preacuerdo de forma muy positiva. No debemos olvidar que este mismo año, entre otras medidas, Arcelor ha cerrado la planta de Zumárraga, ha amenazado con cerrar también la de Sestao y ha vendido su planta de Zaragoza. Por todo ello, el preacuerdo que se acaba de firmar tiene un gran valor e importancia. Las y los trabajadores de Olaberría no sólo hemos sido capaces de superar el miedo y la resignación, sino que hemos demostrado también que, luchando juntos, podemos recuperar los derechos robados.
Por ello, LAB quiere agradecer y felicitar a las y los trabajadores por las movilizaciones realizadas y por la actitud demostrada. Gracias a esta determinación, primero fueron capaces de sentar a negociar la empresa y, después, han posibilitado un buen preacuerdo para las y los trabajadores.