Creemos que uno de los retos a los que se enfrenta nuestro país debiera ser la reducción de la brecha social, cada día mayor, debido al cada vez más injusto reparto de la riqueza. Ése debiera ser el objetivo de las políticas y de las medidas adoptadas y elaboradas por las instituciones y, no el contrario, como están haciendo, cuyas nefastas consecuencias dificultan poder desarrollar una vida en condiciones dignas.
Como vemos, no es éste el reto y el objetivo para PNV, PP y UPyD. Han rechazado la proposición presentada por EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz. Y, con ello, vuelven a decir que no a las Plataformas de Pensionistas de Hego Euskal Herria, que hace varios meses presentaron una Iniciativa Legislativa Popular en la que una de las reivindicaciones era ésta.
Tenemos que tener en cuenta que, la cuarta parte de las personas de Hego Euskal Herria son pensionistas, y, este porcentaje irá en aumento con el envejecimiento de la población. Queremos subrayar, que más del 50% de las personas pensionistas de la CAPV cobran menos de 1.080 euros. Es inadmisible que aquellos que cobran elevados sueldos públicos y, obtendrán boyantes pensiones en el futuro (incluida la pensión vitalicia del lehendakari) se hayan opuesto a que más de 230.000 personas puedan ver mejorar su pensión, algo que habría ocurrido de haberse aprobado la medida propuesta.
Mientras dan esta negativa de procurar unas condiciones de vida digna a las personas pensionistas, corre pareja la negativa a perseguir el fraude fiscal de las grandes empresas y grandes fortunas, los paraísos fiscales y, conseguir una equidad fiscal hoy inexistente. A esta desigualdad social es a la que hay que hacer frente. Este reparto injusto y no solidario de la riqueza beneficia a unas pocas personas, y condena a la mayoría a vivir en condiciones muy precarias.
No hay excusas. Una vez más la vieja política rancia de PNV, PP y UPyD se pone frente a las reivindicaciones de miles de personas pensionistas que reclaman el derecho a contar con recursos económicos necesarios y suficientes. Por ello, desde LAB denunciamos esta negativa y, reivindicamos que las políticas que se adopten vayan en una dirección contraria a la hasta ahora impuesta. Que se dirijan en la dirección del justo reparto de la riqueza que entre todas generamos y, en la dirección de garantizar que todas las personas puedan desarrollar una vida en condiciones dignas.
Para terminar, desde LAB hacemos un llamamiento a continuar firmando las peticiones de las Plataformas de Pensionistas por un Sistema Propio de Protección y Seguridad Social así como apoyando la exigencia de una Pensión Mínima Digna de 1.080 euros, aunque estos políticos digan no. Vamos a demostrarles que somos muchas las miles de personas que apoyamos estas justas reivindicaciones y que denunciamos las actitudes bochornosas como las que hoy hemos visto en el Parlamento de Gasteiz.