La decisión de la Gerencia de Osasunbidea, y por lo tanto de la consejera Indurain, de prorrogar 3 meses más los contratos al equipo de rastreadores, se debe extender a toda la plantilla de Osasunbidea contratada por necesidades de Covid.
No entendemos las indecisiones de la consejera y su equipo a la hora de gestionar los refuerzos de personal contratado por necesidades de covid. Si en un principio se entendió que iban a rescindir para contratar desde listas de larga duración a todo ese personal, no cabe realizar excepciones, y realizar un agravio al resto del personal.
El personal de rastreo ha estado en primera línea ¿Y el resto? Plantas covid de hospitales, urgencias hospitalarias, Psico-geriátrico, ¿todos los centros de salud… ¿Dónde no se ha estado en primera línea? ¿Quién no ha sido imprescindible?
La consejera Indurain tiene una oportunidad de oro para reforzar la plantilla de Osasunbidea, si despedir a nadie y aprovechar para reasignar personal a los puntos más débiles del sistema sanitario, como los centros de salud de Atención Primaria.
Con una reorganización de la plantilla de refuerzo covid, se pueden subsanar las carencias que llevamos décadas padeciendo como en AP y de paso solucionar las listas de espera que han aumentado de forma sustancial durante la pandemia.
No hace falta seguir con parcheos y soluciones parciales, precarizando contrataciones y eliminando ahora profesionales cuando estamos inmersos en la pandemia. Capítulo a destacar de forma negativa es la presencia de personal militar en labores de rastreo mientras se prescinde de personal de Osasunbidea, algo totalmente repudiable en estos momentos.
Es momento de estabilizar y gestionar con equidad, transparencia y respeto a la normativa a la plantilla de Osasunbidea.