El preacuerdo alcanzado ayer entre la Dirección y los sindicatos UGT, CCOO y ELA, a expensas de que se pueda concretar una garantía de empleo para futuros años, pone de manifiesto que se acepta el relato de la empresa de la situación complicada de la compañía y, en consecuencia, se va a producir una significativa destrucción en el empleo.
Este preacuerdo también ha puesto de manifiesto que no existían causas para el mismo, ya que, ni se concreta el número de bajas ni se justifica el impacto real que éstas puedan tener en el funcionamiento idóneo de las plantas afectadas. Es un cheque en blanco a la empresa. Carece de toda rigurosidad. Por ejemplo, en la planta de Arazuri, donde LAB tiene representación, se planteaban 11 despidos que ha quedado demostrado que no tenían justificación. Ahora no proponen ningún despido, tal y como reclamaba LAB.
Es más, en la reunión del comité de empresa europeo celebrado en diciembre quedó claro que en las plantas de Euskal Herria no existía ningún excedente de personal, todo lo contrario.
LAB no va a ser un obstáculo para que quien quiera, por cualquier razón, acogerse a dicho plan pueda hacerlo, pero no podemos dar por bueno la necesidad de destruir empleo que nos quiere imponer la empresa y la situación de estres y cargas de trabajo añadidas para las y los compañeros que se queden. Siemens-Gamesa debería ser una empresa estratégica para la industria en Euskal Herria por el sector en el que trabaja, generadora de empleo directo e indirecto, y no una empresa que destruya empleo.
Finalmente, anunciamos que hemos requerido por escrito a la dirección de la empresa que aclare la naturaleza jurídica de esta negociación para justificar la expulsión de la misma de LAB, es decir, si ha retirado definitivamente el ERE inicialmente anunciado o no, porque entendemos que se esta vulnerando el derecho a la libertad sindical de este sindicato. Esperamos una respuesta nítida antes de finalizar esta semana. No estamos dispuestos a permitir que nadie cuestione la legitimidad de este sindicato, que cuenta con un respaldo notable en su ámbito de actuación que es Euskal Herria. No podemos aceptar como ámbito natural de negociación el ámbito del Estado español. Ahí los sindicatos abertzales siempre saldremos perdiendo.