El 23 de febrero de 2020 falleció un trabajador en la empresa Zorroza Gestión de Residuos SL de Murga. Ayer, 8 de mayo, salió a la luz la noticia de la sentencia al respecto: año y medio de prisión e indemnización económica de 30.000 euros.
El sindicato LAB ha querido recordar la denuncia pública llevada a cabo tras ocurrir estos hechos hace cuatro años, y destaca que fue una muerte oscura, ya que los sucedidos a continuación fueron unos hechos sin precedentes, tanto por la gravedad de las sospechas que rodeaban el caso como por la imputación en un primer momento de un trabajador a raíz de la muerte de su compañero, por presunto delito de encubrimiento. Con ello vieron claramente que la patronal, y en este caso concreto la dirección de Zorroza, había abierto una nueva y peligrosa línea: la intención de hacer responsalbes de la falta de prevención y de las pérdidas de salud o muertes en el trabajo a los propios trabajadores y trabajadoras, es decir, a aquellas personas que precisamente son víctimas de estas desgracias.
Los responsables de la empresa intentaron tapar lo ocurrido tras precipitarse el trabajador desde una altura de ocho metros. Además, el gerente de Zorroza obligó a algunos trabajadores a mover el cuerpo de Bassirou Dione para acercarlo a su puesto de trabajo habitual y, posteriormente, dio amenazas y órdenes concretas a todo el personal: «Ya sabéis lo que tenéis que decir, ¿no? Que se ha caído de la cinta… ¡Que se ha caído de la cinta! «
Los hechos de hace cuatro años han quedado esclarecidos y a la vista está quién tuvo la responsabilidad esta muerte: el responsable de Zorroza Gestión de Residuos.
Dicha empresa era entonces una zona sin derechos para los trabajadores y trabajadoras, y LAB tiene indicios de que lo sigue siendo, “un Guantánamo laboral que deja a los trabajadores en la más absoluta indefensión”. Un vistazo a las condiciones laborales de los últimos años en ese lugar de trabajo basta para confirmarlo:
– Jornadas diarias obligatorias de 10 horas
– La empresa no provee a los y las trabajadoras los Equipos de Protección Individual necesarios
– Los ritmos de trabajo son muy altos
– No hay un sistema para fichar
– Las y los trabajadores no reciben ningún tipo de formación en materia de prevención de riesgos laborales
– Obligan a las y los trabajadores a trabajar poniendo en riesgo su salud y su seguridad
– Ha habido malos tratos berbales continuados por parte de la gerencia de la empresa
– Ha habido por lo menos un suceso relacionado con ataques físicos
– La empresa ha intentado tapar varios accidentes laborales
– La limpieza de las instalaciones es inadecuada
– Los sueldos son bajos
Además, la oscura gestión de Zorroza venía de antes y ha continuado después, y no sólo por cuestiones laborales. En los últimos años han sido numerosos los informes y estudios que han cuestionado la gestión e infraestructura de la empresa, que ha sido multada con 120.000 euros por diversas irregularidades. 4 años después, el resultado de la justicia es el siguiente:
El proceso penal ha finalizado y se ha cerrado con el acuerdo entre la Fiscalía, la acusación particular y la defensa, en el que los acusados reconocen los delitos. El asesinato del trabajador ha tenido como castigo la condena de un año y medio de prisión y 30.000 euros de indemnización.
Es inadmisible que ante una situación tan grave la administración acepte una sanción tan blanda como ésta. La precarizada situación familiar ha sido utilizada para encontrar una solución económica barata, lo que aumenta la gravedad del proceso, en el que la propia justicia ha aceptado esta precarización hasta el último momento.
Los trabajadores y las trabajadoras de Aiaraldea y de Euskal Herria saben muy bien las penas que han sufrido por actuar en un piquete, gritar a un policía o hacer unas pintadas. Lo pagan con prisión y multas económicas altas e inhabilitaciones porque se criminaliza la lucha obrera o la lucha por la liberación nacional. A un empresario, en cambio, le sale barato el asesinato de un trabajador migrado y racializado.
Por todo ello, LAB llama a participar en la movilización convocada por el comité de huelga de la comarca, SOS Aiaraldea, para el día 15 de mayo a las 19:30 en Murga, frente a la empresa.