El pasado 24 de junio 37 personas murieron en la frontera que separa Nador de Melilla. Es probable que la cifra aumente ya que hay cientos de personas hospitalizadas de las que se desconoce su estado de salud. Desde el sindicato LAB rechazamos la política de muerte y este genocidio invisibilizado del que los gobiernos del Estado español y Marruecos tienen responsabilidad.
Los pactos internacionales y las guerras entre potencias responden a los mismos intereses. El acuerdo firmado hace apenas tres meses entre ambos gobiernos en el que Sanchéz, el presidente más progresista de la historia del Estado español, hizo entrega del pueblo saharahui a la monarquía marroquí, incluía en su letra pequeña el compromiso de Marruecos de asumir la custodia de la frontera sur española. Desde entonces, la intervención de las fuerzas y cuerpos de seguridad marroquí incluso en territorio español se ha acrecentado. Repartos, favores y prebendas de una geo-política global cuyos altos costes pagan las mismas de siempre. Las que menos importan y que se consideran una amenaza al orden global. Por su parte, la escalada belicista a consecuencia de la guerra en Ucrania tiene unas consecuencias brutales en el territorio africano. Pérdida de cosechas, encarecimiento de la gasolina y aumento del éxodo forzado para miles de personas.
En Euskal Herria son demasiadas las vidas arrebatadas de jóvenes que intentan cruzar la frontera que separa Irún de Hendaia. Las raíces de todo esto son las mismas. Gobiernos y élites de la Europa Fortaleza que promueven la militarización de territorios, el saqueo y el expolio de pueblos y comunidades.
La regularización masiva de las personas refugiadas procedentes de Ucrania, la disposición de regularizar a personas migradas bajo criterios de mercado e interéses geo-políticos y la política migratoria que criminaliza, abandona y vulnera derechos fundamentales son las dos caras de este sistema colonial, imperial y biocida. Vallas, avalanchas, devoluciones en “caliente”, controles por perfil étnico-racial, violencia policial, militar y judicial, falta de políticas de acogida y de empleo en condiciones dignas para todas las personas en proceso migratorio confirman que lo que falta es voluntad política.
Desde el sindicato LAB repudiamos lo sucedido en la frontera sur del estado español y denunciamos las políticas migratorias europeas y estatales de exterminio como parte de la expansión del poder de una ultra- derecha racista y xenófoba a escala europea. Toda nuestra solidaridad de clase internacionalista y antirracista a los pueblos, comunidades y personas de este genocidio estructural.
Por último, nos adherimos a las diversas convocatorias de los movimientos sociales realizadas para denunciar estos acontecimientos, ayer domingo en Donostia y en Bilbao y esta tarde a las 19:00 en Iruñea (Paseo Sarasate, frente a la sede del PSN) y en Gasteiz (Virgen Blanca).
No más muertes en las fronteras. ¡No a la guerra! Euskal Herria tierra de acogida.