En varias ocasiones hemos denunciado que la frontera militarizada entre Irun y Hendaia se está convirtiendo en una pena de muerte para las personas migradas. En lo que va de año son al menos 7 las personas fallecidas en los intentos de cruzar la frontera. Obligadas a huir de la guerra, el empobrecimiento y la miseria, llegan a nuestro país y encuentran obstáculos insalvables en la frontera impuesta en Euskal Herria.
Los controles policiales racistas y las políticas migratorias asesinas obligan a las personas en proceso migratorio a arriesgar su vida para cruzar la frontera cada día.
La falta de voluntad política es evidente por parte de las instituciones vascas. Tanto por parte del Euskal Elkargoa como del Gobierno Vasco mas allá de palabras bonitas, poco han para ofrecer una salida digna a esta cruda realidad. Necesitamos una firme oposición a los controles policiales y contundentes iniciativas para su desaparición, así como vías seguras y políticas de acogida valientes.
Desafiando la falta de medidas políticas institucionales, se responde cada día a través de la labor política militante a esta crueldad racista y criminal. Son muchss las personas inmersas en esta labor militante. Y Eñaut Aramendi, miembro de LAB, es uno de esos militantes. Convencido de que para hacer frente al racismo hace falta acción antiracista, Eñaut trabaja solidariamente con multitud de compañeros y compañeras para hacer más segura su trayectoria a las personas migrantes.
Por eso queremos denunciar duramente la detención de hoy.
Porque nadie es ilegal, porque queremos que Euskal Herria sea un pueblo de acogida, hagamos frente a las políticas migratorias racistas.