La Diputación Permanente del Parlamento de Gasteiz acaba de aprobar el texto refundido de la Ley de Policia. El gobierno de Urkullu ha recabado el apoyo del PP a un texto rechazado por Elkarrekin-Podemos y EH Bildu. LAB considera que se trata de otra oportunidad perdida para repensar el modelo policial de la CAV. El gobierno de Urkullu ha perdido la ocasión de reforzar las policías locales y avanzar hacia un modelo policial comunitario.
Lejos de intentar resolver las carencias de un modelo policial agotado, el texto refundido pretender blinda ese mismo modelo caduco, a base de incrementos retributivos por valor de 22 millones de euros en 4 años.
El mismo gobierno que nos habla de recortes en el sector público, no duda en pisar el acelerador en la Diputación Permanente y aprobar una subida salarial de este calado.
En un contexto de crisis como el actual, en que resulta más necesario que nunca reforzar los servicios públicos, generar empleo estable y cohesionar a la sociedad, PNV, PSE y PP ni tan siquiera disimulan sus prioridades, apuntalando lo que para el gobierno de Urkullu sí es un servicio esencial: una Ertzaintza que sigue dando la espalda a un modelo policial comunitario y que desprecia la autonomía de las policías municipales.
Y, precisamente, queremos reivindicar la autonomía de las policías municipales:
– Necesitamos ofertas públicas de empleo municipio a municipio y a nivel comarcal.
– Las convocatorias conjuntas promovidas por el Departamento de Interior nos alejan de un modelo basado en la cercanía a la ciudadanía.
– Hay que acordar con la representación de las personas trabajadoras procesos de consolidación de puestos.
Desde el sindicato LAB defenderemos un modelo de policía local basado en la cercanía y la integración con la ciudadanía, activo para contribuir a la construcción de la comunidad; una comunidad enmarcada en una nueva organización social, económica y política que garantice el bienestar de toda la ciudadanía.
Las viejas recetas de siempre no sirven. Menos aún el modelo policial que promueven quienes recortan en servicios sociales prioritarios.
Es hora de construir un marco público que proteja a las personas y garantice una vida digna.
Necesitamos un modelo policial democrático y comunitario.