La Seguridad Social y el Tribunal Supremo español han coincidido en su estrategia de denegación de los derechos de cuidados de las madres como progenitoras únicas. Desde LAB, sin embargo, al abogar por los derechos de las madres únicas, consideramos inaceptable la decisión y queremos reiterar la importancia del derecho al cuidado, por el que lucharemos en todos los ámbitos que corresponda, incluso en el jurídico. Por ello, esta mañana nos hemos movilizado frente a la sede de la Seguridad Social en Gasteiz.
El 8 de marzo de 2023 el Tribunal Supremo español dictaminó por sentencia que las madres como progenitoras únicas tendrán menos derecho a la custodia que las familias biparentales. De hecho, hasta entonces se estaban aprobando varios en tribunales que a las madres solas se les reconociera una prestación equivalente a dos familias parentales; es decir, la posibilidad de acumular dos prestaciones parentales de 16 semanas: que un solo progenitor tuviera una prestación de parentalidad de 32 semanas. Ahora, mediante sentencia del Tribunal Supremo, se deniega esta posibilidad de añadir permisos. En consecuencia, las familias monoparentales dispondrán de un permiso de cuidado de 16 semanas y las familias biparentales de 32 semanas.
La Seguridad Social ya había tomado un camino similar. De hecho, ha negado la posibilidad de acumular dos permisos de parentalidad en la mayoría de los casos, provocando una clara diferencia entre los modelos familiares. Desde LAB hemos presentado recursos ante la negativa de la Seguridad Social y la mayoría de las sentencias hasta ahora nos han sido favorables.
Rechazamos la sentencia del Tribunal Supremo y entendemos que se trata de una violación de derechos de las madres progenitoras únicas. Somos conscientes de que el asunto ha llegado al Tribunal de Justicia de la Unión Europea y estamos a la espera de la sentencia que dicte. Mientras, seguirá luchando en vía judicial
Desde LAB ante esta situación expresamos que:
La sociedad y el contexto social, más allá de un modelo de familia único, está haciendo una transición por la diversidad de oportunidades, entre las que se encuentra la de las personas que han decidido ser madres únicas. Pero este sistema capitalista (cis) heteropatriarcal sigue utilizando todos los mecanismos para reforzar y premiar el modelo de familia nuclear, penalizando todas las opciones que se sitúen fuera de ahí. El sistema tiene todas las herramientas (incluso jurídicas) para reproducir este modelo, y este es un ejemplo más. De hecho, el modelo de familia nuclear es absolutamente necesario para sus intereses económicos.
Hablamos de una doble opresión: por un lado, se produce una discriminación en función del sexo, porque la mayoría de los progenitores únicos son mujeres y por otro lado, también se vulnera el propio derecho al cuidado, porque también se discrimina a la persona que debe ser atendida. Es decir, el cuidado vuelve a quedar al margen y las únicas herramientas que tenemos hoy en día para garantizar el cuidado son este tipo de permisos, diseñados desde la lógica del trabajo productivo y que no ponen en valor la sostenibilidad de la vida. También tenemos que hablar de la trampa de la conciliación y de la paradoja del sistema, las tareas de cuidados siempre recaen sobre las mujeres cuando son gratuitas y no tienen un coste económico para el sistema.
Aunque en los planes de igualdad y en las distintas legislaciones se tienen en cuenta teóricamente diferentes modelos de familia, en la práctica se ve cómo el modelo único se sitúa dominantemente en el centro y todos los demás son secundarios. Estas políticas de igualdad no tienen capacidad para apoyar modelos que salgan de la norma, por lo que exigimos políticas feministas. No nos vale con que en teoría se reconozcan los diferentes modelos si luego no se ponen recursos para tener los mismos derechos.
No podemos permitir que se sigan vulnerando los derechos de las familias monomarentales. Por tanto, desde el sindicato LAB, ante esta situación:
- Reivindicamos un sistema integral que ponga el cuidado en el centro. Necesitamos un Sistema Público Comunitario de Cuidados.
- Necesitamos un Código de Trabajo y una ley de la Seguridad Social propias para Euskal Herria.
- Necesitamos un marco propio en el que se tenga en cuenta la diversidad más allá del modelo hegemónico (cis)heteropatriarcal y se generen derechos para estas realidades.
- Exigimos recursos y cambios legales para materializar estos derechos. De lo contrario, no son más que medidas para el blanqueo.
Por todo ello nos hemos movilizado hoy en defensa de los derechos de cuidado de las familias monomarentales que vulnera la Seguridad Social. Hemos comprobado una vez más que los derechos no pueden dejarse en manos de las decisiones de los tribunales. Desde LAB seguiremos reforzando la lucha socio-sindical, que es nuestra herramienta más eficaz para la transformación social.
