La situación de las lesbianas en el ámbito laboral nunca ha sido fácil. Las que accedemos a empleos son feminizados y, por lo tanto, sujetos a una mayor precariedad laboral. Las que decidimos hacernos visibles, en muchas ocasiones, sufrimos rechazo, discriminación, acoso sexual y/o despidos. Vivir libremente día a día en un mundo atravesado por el sistema capitalista, patriarcal y heteronormativo es difícil y, para muchas, imposible.
Hoy, en esta situación de crisis que agrava la situación de discriminación que ya sufríamos, queremos dejar claro que las que no hemos sido expulsadas del mercado laboral estamos trabajando en los servicios esenciales; trabajando y denunciando que no tenemos medidas reales para proteger nuestra salud en el trabajo; denunciando la situación de discriminación económica que sufrimos; denunciando nuestra inexistencia en el mundo laboral y social. Somos sanitarias, trabajadoras del hogar, de la limpieza, de residencias, cajeras de supermercados… Las lesbianas somos y, por lo tanto, estamos en todas partes.
Hoy es el sistema capitalista heteropatriarcal el que está en crisis, donde nos dicen que no somos rentables para el sistema. Pues hoy es también el día en que no permitiremos que, a cuenta de la llamada crisis sanitaria, las élites político-económicas nos opriman, precaricen y empobrezcan aún más a las lesbianas. Por lo tanto, nos reafirmamos en la lucha por hacernos visibles a las lesbianas y reivindicar el poder vivir libremente y con dignidad nuestros deseos, cuerpos e identidades en el trabajo y en todos los ámbitos, y en la lucha a favor de un cambio radical económico y social.