La noticia la ha dado la propia empresa a todas y todos los clientes mediante carta. Éstas y éstos tampoco entienden nada y son muchas las personas que estos días pasan por las oficinas a interesarse del porqué de esta decisión. Para la plantilla no ha sido la primera noticia, es más, llevaba mas de un año con esta certeza de cierre, con lo que ha supuesto de nervios, ansiedad, incertidumbre y rabia.
Ahora, ya no queda más que señalar al culpable de nuestros despidos. El Partido Nacionalista Vasco y su nula estrategia o apuesta por el país. Parece que para Íñigo Urkullu, Andoni Ortúzar y Pako Arizmendi, Ipar Euskal Herria solo es folclore.
Para terminar, debemos apelar a la unidad y la organización. La verdad es que no nos vamos a rendir tan fácil. No somos de los que juegan al mus esperando una muerte dulce. Este año ha sido duro, pero gratificante al mismo tiempo.
Hemos demostrado que es posible mantener los puestos de trabajo, solo es cuestión de voluntad. Hemos vuelto a creer en el organización de las plantillas y todos los pasos que se han dado y se darán, serán tomados en asamblea entre todas y todos los trabajadores junto a su sindicato LAB.