A la espera de conocer y valorar los detalles de la reforma de pensiones presentada por el Gobierno español en la mesa de diálogo social estatal, la primera valoración de LAB es la siguiente:
En primer lugar, criticamos las formas empleadas por el Gobierno español. Se trata de una reforma acordada previamente con la Comisión Europea, lo que demuestra el nivel de tutela que ejerce la misma. Y dicha reforma se presenta en una mesa que no representa a la mayoría sindical de Hego Euskal Herria: las decisiones que afectan a las pensiones de los y las trabajadoras vascas se debaten sin su participación.
Respecto al contenido de la reforma, reclamamos la reversión de los recortes de las últimas décadas, entre otros, el retraso de la edad de jubilación a los 67 años, el incremento del periodo de cotización mínimo para acceder a una pensión contributiva, así como el incremento del periodo para el cálculo de la cuantía de la pensión. Igualmente, pedimos medidas para acabar con la brecha de género y las pensiones de miseria, como son el reconocimiento de la deuda patriarcal respecto a las mujeres que han trabajado pero no cotizado así como el establecimiento inmediato de una pensión mínima de 1080 euros, para aumentarla progresivamente hasta los 1260 euros. Más allá de alguna mejora parcial (como el incremento de las cotizaciones a las rentas más altas), la reforma presentada por el Gobierno español no aborda estas cuestiones de manera estructural.
Por otro lado, según se ha publicado en diferentes medios de comunicación, la intención del Gobierno español sería incrementar el periodo de cotización de 25 a 27 años (29 quitando los dos peores) progresivamente. En este aspecto llueve sobre mojado: el periodo para el cálculo se ha venido ampliando de 2 a 8 años (1985), de 8 a 15 años (1997) y de 15 a 25 años (2011), siempre con el objetivo de reducir la cuantía de las pensiones.
Por último, desde LAB criticamos la dejación de las instituciones vascas sobre las pensiones. Los gobiernos de la CAV y de Nafarroa deberían reclamar la competencia exclusiva sobre las pensiones y, mientras no se produzca dicha transferencia deberían complementar la pensión mínima de los y las pensionistas vascas hasta los 1080 euros, tal y como reivindicará el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria durante esta semana mediante un ayuno. Mañana, martes, una delegación de LAB, encabezada por su coordinadora general Garbiñe Aranburu, acudirá a mostrarle su apoyo. En este sentido, llamamos a los y las trabajadoras vascas a participar en la manifestación convocada por el Movimiento de Pensionistas para el 18 de marzo en Bilbo.