Denunciamos que el Gobierno Municipal de Eneko Goia no quiere imponer estas condiciones como obligación a los dos nuevos directores que quiere nombrar, lo que consideramos una nueva patada a las y los funcionarios de carrera y a las personas euskaldunes.
En la solicitud dirigida al Pleno del Ayuntamiento, fechada el pasado 26 de julio, en base a diversas referencias Legales, se menciona lo siguiente:
“Excepcionalmente, el pleno del municipio, a propuesta de la alcaldía, puede determinar, mediante acuerdo motivado y atendiendo a las funciones que se deben desarrollar, en que áreas o ámbito de actuación se pueden nombrar personas que no tengan la condición de empleado público”.
“La actual relación de puestos de trabajo de los órganos directivos del Ayuntamiento incluye los puestos de Director/a de Salud y Medio Ambiente y Director/a de Gestión de Personas, reservados a funcionarios de carrera del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián.”
Pero… “por la Concejala delegada de Economía, Empleo Local y Ecología, y por el Concejal Delegado de Personas, Gestión Económica y Presupuestaria se han emitido informes justificativos sobre la necesidad de exclusión de la obligación de reunir la condición de funcionario/a en los órganos directivos de Salud y Medio Ambiente y de Gestión de Personas, respectivamente, en los referidos puestos.”
Por si no fuera suficiente, el gobierno municipal no garantiza el conocimiento del euskera de estos directores no funcionarios que van a ser nombrados a dedo, aunque en la relación de puestos de trabajo dice que todos los puestos de director del Ayuntamiento de Donostia deben haber superado al menos el tercer perfil lingüístico. De hecho, la hasta hoy directora de Gestión de Personas cumplía ese requisito, no así el director de Sanidad y Medio Ambiente.
LAB considera que la propuesta del Gobierno Municipal es una nueva patada a las y los funcionarios de carrera y a las personas euskaldunes. Por un lado, porque se restringe el acceso a este tipo de cargo entre las y los funcionarios municipales, negando la posibilidad de carrera. Y, por otro lado, porque el esfuerzo realizado durante las tres últimas décadas en el ámbito de la euskaldunización de los trabajadores y trabajadoras municipales desvirtúa que un director no euskaldun obligue a trabajar en español a todos los y las trabajadoras que se han euskaldunizado. Y todo ello para que la gente de su cuerda se incorpore a sus puestos de responsabilidad.