Hoy, 10 de octubre, en varias ciudades del mundo, reivindicamos la libertad del líder kurdo Abdullah Ocalan y una solución política para el contencioso kurdo. Al igual que varios sindicatos internacionales, LAB ha apoyado la convocatoria y ha hecho suyas las reivindicaciones kurdas.
El 24 de febrero, LAB, ELA, UGT, CCOO, ESK y STEILAS exigimos la liberación de Ocalan y del resto de las y los presos políticos kurdos porque entendemos que es una condición necesaria para buscar una solución democrática al conflicto. De este modo, nos unimos a la campaña de los sindicatos Freedom for Öcalan.
Kurdistán es una región geo-estratégicamente muy importante, con algunos de los recursos naturales más demandados actualmente por Occidente. Y por eso se ha olvidado una y otra vez la realidad y la situación del pueblo kurdo, siendo la nación sin estado más grande del mundo.
En este conflicto, 40.000 personas han perdido la vida hasta el momento, cerca de 4.500 pueblos han sido evacuados o quemados, y millones de personas dispersas por distintos países se han convertido en refugiados. Los ataques contra el pueblo kurdo, la libertad y la democracia, que han sido construidos sobre los estragos creados por el colonialismo y el capitalismo, siguen vigentes hoy en día.
Abdullah Ocalan fue secuestrado en una operación de inteligencia internacional en febrero de 1999 y enviado a Turquía. Desde entonces ha estado en la cárcel y no le han dado permiso para relacionarse con el mundo exterior. Además, ha sufrido torturas, tratos crueles y degradantes.
La preocupación por la seguridad y el bienestar de Ocalan es más grande que nunca, porque en los últimos años no sabemos nada de su situación, salvo que se le han impuesto medidas disciplinarias para evitar reuniones. Nadie sabe si está muerto o vivo, y en qué estado se encuentra en el caso de que esté vivo.
Si Ocalan fuese libre de participar en la solución política de la cuestión kurda y de desarrollar sus ideas, sería mucho más fácil encontrar una solución política para la resolución del conflicto. Lamentablemente, el liderazgo autoritario turco tiene un enorme miedo a esta situación y con el apoyo de la comunidad internacional mantienen a Ocalan en aislamiento.
Por todo ello, exigimos que Turquía termine por una vez con esta situación, y a la comunidad internacional que ponga en marcha los mecanismos necesarios para acabar con esta gravísima vulneración de los derechos humanos y de la legalidad internacional.