En Ucrania la tensión armada no deja de aumentar en los últimos meses y los ruidos de guerra que vienen de allí nos angustian profundamente. De nuevo, los intereses económicos y geo-políticos de las grandes potencias amenazan y condicionan la vida de las y los ciudadanos ucranianos.
Desde que en 2014 se dio un golpe leve en favor de los intereses de Estados Unidos y de la Unión Europea conocido como Euromaidán, Ucrania vive un conflicto armado permanente y la estrategia de despliegue que lleva la OTAN con el objetivo de rodear Rusia puede llevar a Ucrania y Europa a una guerra que nadie desea.
En este territorio geo-estratégico, clave para el traslado del gas ruso, el control de este país es muy importante para las potencias en disputa. A todo ello hay que añadir, en el marco de una lucha más global contra China, el interés de Estados Unidos y de los lobbies vinculados a sus intereses para que Europa sea también un foco de tensión.
En este conflicto chocan los intereses de diferentes potencias: por un lado el gobierno ucraniano alineado con la Unión Europea y Estados Unidos y por otro el este de Ucrania, donde sus poblaciones de origen ruso quieren mantener sus lazos históricos, culturales y políticos con Moscú.
En la raíz del conflicto está la estrategia de expansión y guerra de la OTAN, mezclada con las rupturas de los acuerdos de Minsk y de otros tratados internacionales. El sindicato LAB, como siempre ha hecho, denuncia la estrategia de la OTAN y expresa en voz alta que no quiere formar parte de esta estrategia bélica. En el referéndum de 1986, Euskal Herria manifestó claramente que no quería formar parte de la OTAN, y en nuestra memoria colectiva siguen vivas las 1.500 víctimas de los bombardeos sobre Yugoslavia en 2001, y el recuerdo de las víctimas de las guerras de Afganistán e Irak, entre otras muchas.
En este sentido, pedimos el cierre de la Zona Tiro de las Bardenas, como parte de esta estrategia bélica, porque, frente al capitalismo que provoca la destrucción, queremos construir una Euskal Herria que defienda la vida.
Exigimos a la comunidad internacional que lleve a cabo negociaciones que den solución al conflicto y respeten los acuerdos internacionales. LAB defiende una solución que ponga en el centro los derechos de todas las personas y de todos los pueblos y que ponga fin a todas las amenazas y conflictos armados. Por eso, pedimos el cese del conflicto armado en Ucrania y el fin de la expansión imperialista, diciendo alto y claro no a la guerra y sí a la vida.
En este sentido, LAB llama a participar en la concentración convocada para este domingo, 6 de febrero, a las 12 del mediodía en el Arriaga de Bilbo.