El pasado verano, tras una ejemplar y dignísima pelea llevada a cabo por las trabajadoras del servicio de limpieza de los centros de Osakidetza, empresas adjudicatarias y mayoría sindical llegamos a un preacuerdo en el que se recogían las principales reivindicaciones del sector para renovar el Convenio; blindaje de la homologación de condiciones al personal propio, acceso a la Carrera Profesional, acceso al contrato de relevo, regulación de los puestos vacantes,…
En aquel preacuerdo, se establecieron dos carriles de negociación, uno para adaptar y desarrollar la redacción que daría lugar al nuevo Convenio Colectivo, y otro para modificar los contratos que unen a las empresas con Osakidetza.
Una vez iniciado el curso, el primero de los carriles echó a andar; empresas adjudicatarias y representantes sindicales retomamos la negociación para desarrollar artículo por artículo lo recogido en el preacuerdo. No ha sido fácil, pero después de varios meses de negociación podemos decir que el acuerdo, en este sentido, está hecho. La parte social ya hemos hecho nuestros deberes.
Sin embargo, en lo que respecta a la parte que le correspondía negociar a Osakidetza con las empresas adjudicatarias, a día de hoy todavía no está cerrado, y lo que es peor, las trabajadoras y trabajadores desconocemos los motivos por los que después de más de medio año, todavía no se han suscrito los acuerdos entre ambas partes.
El pasado 14 de febrero debía haber sido el día de la firma del Acuerdo definitivo. Parte social y empresas adjudicatarias nos habíamos citado para proceder a la firma del mismo. Sin embargo, la víspera el representante de la principal patronal del sector, EGE-ALVA, solicitó un aplazamiento del encuentro sin dar mayor explicación.
Ni Osakidetza ni las empresas nos explican el motivo de la demora. La dirección de Osakidetza ni está ni se le espera. Durante todos estos años nunca se ha dignado en mantener comunicación con nosotras. Las empresas adjudicatarias, con GARBIALDI a la cabeza, por su parte, nos han venido diciendo durante estos últimos meses que “el acuerdo estaba cerca”, que lo que tenían que firmar con Osakidetza “no iba a ser obstáculo”; que “era cosa de días”,… ¡Todo mentira!
Por todo ello, nos parece totalmente irresponsable la actitud tanto de la Dirección de Osakidetza como de las empresas. La máxima responsable del Departamento de Salud, Gotzone Sagardui, fue quien allá en el mes de julio, hizo pública la noticia según la cual se materializaba el acuerdo entre sindicatos y patronales, y llegó a afirmar que “desde el inicio había colaborado en la resolución del conflicto, siempre dentro del marco de su relación contractual con las empresas”. El Departamento que dirige la Sra. Sagardui no parece que sea ahora colaboradora del proceso cuando está dilatando y bloqueando innecesariamente la firma del Convenio cuya redacción se encuentra cerrada y a esperas de firmar y publicar. Más bien al contrario; está entorpeciendo y obstaculizando el acuerdo definitivo.
Exigimos respuestas y transparencia. Después de todo este largo camino recorrido, no estamos dispuestas de quedarnos a la espera de manera indefinida de brazos cruzados. ¡Que no nos tomen el pelo! Emplazamos a que Osakidetza y las empresas adjudicatarias cumplan con sus obligaciones y entablen las conversaciones pertinentes para desbloquear esta situación. No estamos dispuestas a que el preacuerdo conseguido en julio quede en papel mojado. No vamos a permitir que todo el trabajo realizado durante estos últimos meses se eche por la borda. Por último, anunciamos que si en un corto plazo de tiempo no percibimos avances, la mayoría sindical no descarta emprender otras serie de medidas para que tanto Osakidetza como las empresas adjudicatarias resuelvan la situación y lleguemos al acuerdo definitivo.