El Gobierno Vasco anunció ayer que ha aprobado un decreto que impone a las policías locales la obligatoriedad de portar armas de fuego. Se trata, una vez más, de una resolución que ataca y vulnera la autonomía municipal. Es un decreto impuesto por un gobierno en funciones a los ayuntamientos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y lo consideramos muy grave.
El Sr. Erkoreka miente cuando afirma que este acuerdo responde a la jurisprudencia establecida por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Se trata de una decisión política que responde al modelo policial del PNV. Mediante este acuerdo, el PNV pretende continuar desarrollando el diseño policial iniciado en 2012 con la Ley 15/2012, de Ordenación del Sistema de Seguridad Pública.
Éste es el enésimo paso para convertir a la Policía Municipal en una mera copia de la Ertzaintza.
El Gobierno de Lakua, además del presente decreto, ha utilizado la convocatoria de un único proceso selectivo de Ertzaintza y Policía Local, la bolsa de trabajo de agentes interinos, la convocatoria conjunta de agentes, la Ley de Seguridad Pública, la Coordinación de Policías Locales… para redirigir a todos los y las policías municipales de las localidades de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en la dirección del modelo policial único y centralizado del PNV.
El PNV quiere imponernos un decreto que pretende dar el «finiquito» a los diferentes servicios municipales de seguridad; servicios próximos a la ciudadanía de cada municipio.
Este planteamiento centralizador menosprecia la singularidad municipal y pretende imponer un modelo policial alejado de los intereses de cada municipio, en detrimento de la calidad del servicio y de la relación de proximidad con la ciudadanía.
El Departamento de Seguridad parece querer solucionar los problemas con la Ertzaintza controlando a los y las policías locales. Esta decisión, sin embargo, provocará que los problemas que tiene el propio Gobierno en el seno de la Ertzaintza se contagien a los municipios, dado que se pretende imponer el modelo agotado de la Ertzaintza entre las policías locales.
En LAB tenemos muy claro que debemos exigir a los municipios vascos una actitud firme y activa en favor de la autonomía municipal, es decir, que, como hasta ahora, corresponda a los gobiernos municipales la toma de decisión sobre el uso de armas de fuego.
LAB defiende un modelo de policía municipal basado en la cercanía e integración con la ciudadanía. Ya va siendo hora de poner en marcha, en el camino de la Seguridad Pública de Calidad que demanda y necesita la sociedad vasca, una Policía comunitaria vasca basada en la prevención.