Ante la situación de incertidumbre que vivimos las y los trabajadores, LAB exige, tanto a la empresa como a las instituciones del país, un compromiso público y nítido por el empleo y la no deslocalización de las plantas de Siemens Gamesa en Euskal Herria.
Ayer, 5 de noviembre, Siemens Gamesa anunciaba en los medios de comunicación su intención de despedir a 600 trabajadores y trabajadoras, también en Euskal Herria. En esa misma nota de prensa, la empresa hacía públicos unos beneficios de 140 millones de euros este ejercicio, el doble que el ejercicio anterior, una cartera de pedidos récord (25.500 millones de euros) y daba detalles de la compra hace solo dos semanas de la empresa alemana Senvion y anunciaba también su intención de seguir comprando nuevas empresas en su política de expansión internacional.
Nos parece inadmisible la decisión de Siemens Gamesa. Ninguna empresa con beneficios durante años, con cartera de pedidos a reventar, y comprando empresas debiera poder despedir a trabajadores y trabajadoras, Siemens Gamesa practica una política agresiva donde el empleo está absolutamente subordinado al beneficio de sus accionistas.
Este modelo de empresa no puede estar más lejos de lo que el sindicato LAB entiende que debe ser un modelo de empresa ejemplar, donde se prioriza el empleo, la apuesta por el territorio y el reparto de la riqueza.
Siemens Gamesa hace gala de fomentar la energía sostenible. Sin embargo, practica un modelo de empresa nada sostenible, donde gobierna la lógica capitalista del máximo beneficio empresarial, en perjuicio del empleo y las condiciones laborales. No podemos olvidar que Gamesa nació del impulso público y, hoy día, sigue percibiendo ayudas públicas y está muy vinculado al sector público y a las decisiones de los estados. En este sentido, las diferentes instituciones, Gobierno Vasco y Gobierno de Navarra, no pueden mirar para otro lado.