Nos hemos movilizado ante la sede de la patronal CEN en Iruñea para dejar claro a sus responsables que no vamos a permitir que sean los trabajadores los que vuelvan a pagar la crisis del capital. "Debemos prepararnos y, sobre todo organizarnos, para este nuevo ataque", hemos remarcado.
Han pasado dos meses desde que el Covid-19 entró en nuestras vidas. Su llegada ha supuesto tener que estar confinadas y confinados en nuestras casas, así como un cambio de paisaje politico, social y laboral. Nos dicen continuamente que las cosas han cambiado y que nada volverá a ser igual y que en estas nuevas condiciones tendremos que reinventar el mundo y la forma en que lo vemos y vivimos.
En Nafarroa, la situación generada por la crisis sanitaria del Covid-19 ha tenido graves consecuencias. La incertidumbre y la falta de conocimiento nos ha atrapado de lleno, generando gran miedo entre nosotras y nosotros. La crisis sanitaria ha traído crisis politica, social y laboral. En Nafarroa se han presentado 6.583 ERTE-s siendo afectadas 61.185 trabajadoras y trabajadores. Junto a este dato, hay que tener en cuenta que el cierre masivo de empresas ha supuesto el despido de muchas y muchos trabajadores con contratos temporales, de los que una gran cantidad no han tenido posibilidad de prestación alguna.
Además, la situación de las trabajadoras del hogar sin contrato, de las y los vendedores ambulantes, músicas y músicos o de todas aquellas personas que realizan trabajos sumergidos, se ha agravado más si cabe, ya que no han recibido ningún tipo de ayuda. De las y los trabajadores que han seguido en sus puestos de trabajo al ser considerados esenciales, en muchos casos, las medidas de seguridad de las que se les han dotado han sido insuficientes, poniendo en grave riesgo su salud.
Mención especial merece el caso de las mujeres que trabajan en residencias. En estos 54 días, 700 trabajadoras se han contagiado y 582 usuarias y usuarios han muerto. No han tenido ningún tipo de ayuda y protección por parte de las instituciones.
Estos ejemplos solo muestran la punta del Iceberg. Son datos, pero tras ellos se encuentran las vidas de multitud de hombres y mujeres, que una vez más han quedado en un segundo plano, ya que ha primado garantizar los beneficios de los empresarios.
Una vez más el capital frente a la vida, el dinero por delante de las personas. Hace ya algun tiempo que venimos escuchando que se avecina una nueva crisis. Ya lo deciamos el día de la Huelga General que convocamos el 30 de enero. Nuestras vidas, trabajos y futuro están en riesgo. Sabiamos que el Capital preparaba una nueva embestida y tras esta crisis sanitaria puede llegar a pensar que tiene más argumentos para justificarla. En este sentido, nuestro mensaje es claro: si pretenden poner nuestras vidas en grave riesgo utilizando las consecuencias generadas por el Covid-19, van listos. No nos tragamos su pelicula.
El problema no es el Covid-19, el problema es el Capitalismo. El sistema capitalista es insostenible y esta crisis sanitaria lo demuestra una vez más. Debemos prepararnos y, sobre todo organizarnos, para este nuevo ataque. Estos son dias de reivindicación y sobre todo de lucha. Por esto hemos venido a la CEN. Que nos oiga la patronal, que sepa que nos tendrá enfrente y que no vamos a aceptar sus excusas. Las y los trabajadores no hemos creado esta situación, es consecuencia del sistema capitalista y por lo tanto que lo paguen ellos.