La Sociedad Anónima de Deportes y Espectáculos (en adelante, Grupo SADE), que hoy en día regenta el histórico Hotel Astoria y el Hotel Lasala Plaza, comunicó el pasado 23 de enero la amortización del puesto de trabajo a 13 de sus empleadas y empleados del departamento de restauración, decisión que en el Hotel Zinema7 (el histórico Astoria) afecta a 7 trabajadoras y trabajadores.
En un sector que, según el Consejero de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco, Javier Hurtado, se encuentra ‘’en el mejor momento de su historia’’ a nivel autonómico y donde la ocupación hotelera ha subido un 10% en 2023 en Gipuzkoa, rozando los tres millones de pernoctaciones, la empresa alega datos económicos negativos y deficitarios desde hace años en el actual modelo de negocio de Alimentos y Bebidas –datos totalmente viciados y sesgados para el Comité de Empresa-.
Mientras que la empresa defiende ‘’una necesidad de transformación en la organización, a fin de adaptar el servicio a nuevos escenarios de incertidumbre generados por factores externos y globales’’ (poniendo de ejemplo la guerra de Ucrania o la inflación), el Comité ve una clara maniobra de desmantelamiento, que únicamente servirá para aumentar en mayor medida los beneficios del Grupo SADE.
Eso sí, una vez más somos la clase trabajadora la que tiene que sufrir las irreversibles consecuencias derivadas de la avaricia de la empresa: lidiar con el duro golpe que supone asimilar que hay compañeros y compañeras as en la calle de la noche a la mañana, ver cómo se siguen precarizando nuestras condiciones laborales mientras aumenta la carga de trabajo, étc.
No existen razones reales para la medida adoptada por la empresa. Nos quieren hacer creer que el departamento de restauración no funciona como debería cuando, en todo caso, es la propia empresa quien no apuesta por el mencionado departamento. A nuestro entender es evidente que es una parte fundamental para el correcto funcionamiento de todo el hotel y mediante el cual se ofrece un servicio que ha casado muy bien con las necesidades del barrio, incluso en épocas de temporada baja. De hecho, así nos lo trasmite la clientela habitual de Amara.
Por todo ello, se han visto en la obligación de denunciar públicamente la injusticia cometida por el Grupo SADE y a reivindicar la reincorporación inmediata de sus compañeras y compañeros y han iniciado movilizaciones.