En primer lugar, LAB quiere hacer público un reconocimiento a todas las personas que, de una u otra manera, han denunciado las filtraciones en Osakidetza y se han revelado ante este sistema perverso, en especial a quienes han dado la cara en este proceso judicial. Somos conscientes de las presiones a las que han sido sometidas y queremos hacerles llegar el reconocimiento por su integridad.
Son esas y esos quienes representan el modelo de profesional que necesitamos, profesionales que respetan el carácter público de nuestro sistema sanitario como un espacio compartido de toda la población y al que tiene derecho a acceder toda la población, independientemente de sus padrinos, escala social, etc. Es desalentador vivir la total falta de protección que han tenido que padecer las personas denunciantes, más aun viendo la impunidad que brinda el auto conocido ayer.
En dicho auto, la cuarta magistrada, que se hace cargo de un procedimiento sumamente complejo, ha decidido exonerar a todas las personas investigadas. Sin embargo, como hemos repetido en diversas ocasiones, el objetivo principal de LAB ha sido alcanzado, hemos desnormalizado las filtraciones y hemos logrado que colapse ese sistema clientelar. El modelo de OPE está en la mesa de negociación y, a día de hoy, las OPE son más transparentes y con más garantías. Aún así, LAB no va a renunciar a que quede certificada la existencia de esas filtraciones que toda la plantilla conocía y seguirá atenta porque la impunidad que establece este auto puede hacer que vuelvan a aparecer prácticas que, para LAB, son inaceptables.
La constante negativa a las solicitudes de LAB para aportar los exámenes para ser analizados ha sido determinante. La falta de medidas como la intervención de las comunicaciones ha impedido que se acumulen más evidencias, pero debemos resaltar que las evidencias de filtración en diferentes categorías son tan numerosas como determinantes, por lo que no deja de sorprendernos un fallo como éste.
Los pocos exámenes que hemos podido analizar en Anestesia indicaban coincidencias incluso en errores entre las personas con notas excelentes y en Traumatología, se utilizó la técnica de la “marca en examen”, que consiste en utilizar palabras clave en mayúsculas y subrayados clave que ayudaban a romper el anonimato, así que las personas encargadas de la corrección identificaban inmediatamente quién debía ser puntuado de manera elevada. El 95% de las personas opositoras en Traumatología con más de 70 puntos utilizó esta técnica. Además, en esta misma categoría, los miembros del tribunal se reunieron días antes del examen en el Hotel Astoria, reunión que fue ocultada a la investigación interna. Sin embargo, la magistrada dice no haber podido constatar que la utilización de esa técnica fuese encaminada a romper el anonimato.
Existen advertencias previas de filtración por parte de miembros de tribunales como en Cardiología, que terminaron otorgando 22 notas máximas cuando había 22 plazas en juego.
Existen acusaciones directas de filtración por parte de miembros del tribunal de Angiología hacia personas concretas. Posteriormente, se desveló que, efectivamente, la persona señalada era la encargada de realizar el examen y única propietaria del mismo. Además, los y las compañeras de la redactora del examen sacaron las notas más altas.
Existe la participación acreditada de altos cargos de Osakidetza y el IVAP para ocultar la filtración efectuada en Cirugía Plástica. Sobre esta cuestión, María Jesús Mugica, ex directora general de Osakidetza, no dijo nada en su declaración en sala judicial a pesar de ser conocedora.
En diferentes categorías no sólo se rompió el anonimato, sino que el mismo día del examen se realizaron exposiciones ante el tribunal como en Urología, cuestión totalmente prohibida por el manual operativo.
En Anestesia, conocidas son las denuncias y las actas notariales de los y las anestesistas del Alto Deba que predijeron incluso el orden de las personas agraciadas por este sistema.
Podríamos seguir, categoría por categoría, relatando los numerosos indicios y evidencias de filtración que acumulan y cuestiones que comparten todas las categorías denunciadas, como lo es la correlación “notas excelentes-número de plazas ofertadas”.
La justicia, hoy, está aportando a estas prácticas un peligrosísimo halo de impunidad, hasta el punto de que el PNV se ve en situación de solicitar que se restituya la imagen de personas directamente implicadas, conocedoras e incluso beneficiadas en el pasado por estas prácticas. LAB no va a ser quien haga ese trabajo. No sabemos qué hará la Fiscalía, que fue –no olvidemos- quien depositó la denuncia ante el Juzgado ante los numerosos indicios acumulados, si bien posteriormente optó por realizar un auténtico viraje procesal, oponiéndose y obstaculizando las solicitudes de este sindicato. Hemos denunciado una grave realidad, y para ello hemos trabajado con una plantilla que conoce perfectamente que la denuncia de LAB se ha enfrentado a unas actuaciones que estaban normalizadas y naturalizadas, una evidencia que la Magistrada no parece querer admitir.
Ante una Resolución que considera injusta, LAB no se va a quedar de brazos cruzados y, por eso, va a presentar un Recurso de Apelación. No es admisible la impunidad como aportación de la justicia a este caso. El auto que conocimos ayer no cuestiona la veracidad de la denuncia efectuada por LAB. La plantilla sabe cómo se gestaban las OPE de facultativos y facultativas y toda la sociedad pudo comprobar las prácticas de filtración utilizadas. Por eso, consideramos que este auto cuestiona el propio funcionamiento de la justicia y hasta su voluntad de querer llegar al fondo de esta cuestión. Eso es algo que la Audiencia Provincial de Araba debe corregir.