En el nuevo número de la publicación Haritik del sindicato, hemos recogido la propuesta de LAB para un sistema de pensiones público y propio, basado en tres pilares fundamentales: la pensión de cuidados, la constitución de un sistema complementario público, universal y redistributivo para la transición y la asunción de la competencia exclusiva en materia de Seguridad Social. Hoy en Iruñea, esta propuesta ha sido presentada a diversos agentes sociales y políticos de Nafarroa, de la mano de Amanda Verrone, responsable del análisis de las políticas públicas, e Imanol Karrera, portavoz de LAB.
Karrera ha destacado que el 38,9% de los y las pensionistas de Nafarroa perciben una pensión igual o inferior a 1.134 euros. “El actual sistema de pensiones no garantiza una vida digna a los y las pensionistas de hoy”, ha concluido Karrera. “El modelo se está debilitando, privatizando -ya que lo uno acarrea lo otro-, y genera desigualdades sociales. Por ello, es necesario crear un sistema público de pensiones propio. Es urgente. Pero también factible técnica y legalmente. Así, pedimos a la presidenta María Chivite que no caiga en la autocomplacencia y actúe con ambición para dignificar las vidas de todos y todas las pensionistas de Nafarroa”.
En palabras del portavoz de LAB, la única alternativa real para garantizar una pensión digna es que quien trabaja aquí cotice plenamente en el territorio y distribuya la riqueza a través de un sistema público fuerte y firme. “Y esto solo será posible si avanzamos hacia un sistema propio en Nafarroa”, ha añadido.
En ese sentido, una de las principales medidas de la propuesta de LAB es la creación de una pensión compensatoria por cuidados, que en cierto modo sustituiría a la pensión de viudedad, para pagar la deuda patriarcal de la sociedad con las mujeres a las que se les ha negado el derecho a cotizar. Otra medida sería la adquisición de las competencias de Seguridad Social para poder determinar la cuantía de la pensión mínima, una cuantía adaptadoa a la situación socioeconómica de los trabajadores y trabajadoras de Nafarroa, desarrollando una legislación básica propia y financiándose con presupuestos públicos. Y todo ello para impulsar un sistema complementario público, universal y redistributivo vinculado al empleo, no sujeto a criterios de capitalización y especulación y que sustituya al modelo complementario privado actual.
Sistema de pensiones público y propio
Amanda Verrone, responsable del análisis de las políticas públicas, ha explicado que el estudio recogido en la publicación Haritik es la aportación del sindicato LAB para la conformación de un Sistema Público y Propio de Pensiones para Euskal Herria. Una aportación que recoge análisis, reflexiones y propuestas situadas en la dirección dibujada en el Programa Socioeconómico de LAB.
En la primera parte del Haritik, ha señalado Verrone, se presenta por primera vez un mapeo nacional de las pensiones, destacando “la naturaleza privatizadora de los dos sistemas de pensiones impuestos en nuestro territorio”. Destaca que en Hego Eukal Herria hay más de 200.000 pensionistas con ingresos inferiores a los 1080 euros mensuales. Entre estas personas, casi el 70% son mujeres. Además, sólo el 10% del total de pensionistas es pluripensionista. Sin embargo, el 80% de las pluripensionistas son mujeres. Una consecuencia más de la falta del reconocimiento de los trabajos de cuidados.
El segundo capítulo, a su vez, consiste en una radiografía de los impactos de estos modelos en las vidas de las personas trabajadoras cuando llegan a la vejez. Mientras que en Hego Euskal Herria la brecha salarial de género es superior al 21%, la brecha de género en las pensiones supera el 38%. Esto significa que los hombres pensionistas cobran en media 517 euros más al mes que las mujeres. Las conclusiones, ha subrayado Verrone, son claras: “Los sistemas de pensiones vigentes no nos ofrecen garantías para una vida digna. Reforma tras reforma el sistema público de pensiones se va debilitando en beneficio del sistema privado, aumentando las desigualdades entre las y los trabajadores y especialmente la brecha de género”.