Los centros de trabajo son un espejo de la sociedad en la que vivimos. En estos también se dan situaciones de discriminación y acoso derivadas de la orientación sexual. En los centros de trabajo sufrimos precariedad, inestabilidad laboral, reformas laborales o recortes pero también pueden ser espacios que ahogan nuestra identidad: todo nos presiona para ocultar nuestra identidad sexual, con los daños personales y sociales que ello conlleva.
La homofobia, lesbofobia, transfobia y bifobia envenenan el ambiente de trabajo, y deterioran la salud de las relaciones interpersonales. Para la militancia de LAB, las claves para cambiar de raíz esta situación son la lucha y la solidaridad. No aceptamos ningún tipo de discriminación y acoso por razones de género u opción sexual. No necesitamos que nadie nos acepte, mucho menos esta hipócrita sociedad. Nosotras y nosotros no aceptamos ningún tipo de discriminación o acoso, ni en la calle, ni en los centros de trabajo de o estudio. No aceptamos que las y los trabajadores no se puedan mostrar tal y como son ante compañeros, compañeras, clientes, clientas, pacientes…
En el contexto del 28 de junio, LAB ha informado sobre el trabajo desarrollado contra la homofobia, lesbofobia, transforbia y bifobia. Llevamos desde el año 2014 planteando la importancia de liberar los centros de trabajo de homofobia, lesbofobia, transfobia y bifobia. Para ello realizamos una guía en la que se plantean diferentes pasos para lograrlo. El año pasado, realizamos un protocolo de actuación para poder responder y actuar en caso de cualquier tipo de agresión.
El sindicato comenzó a realizar cursos de formación de estas dos herramientas por medio de debates y charlas, que nos lleven a la sensibilización y prevención de casos de acoso y agresiones. Nuestro objetivo es prevenirlos, y en el caso de que se den, denunciar y combatirlos.
Durante este proceso, personas diversas militantes del sindicato se han organizado para llevar a cabo esta lucha, pero el objetivo es que cada una y uno de los delegados y delegadas del sindicato sean militantes de la diversidad sexual, y que LAB se convierta en el aliado referencial de la diversidad sexual en los centros de trabajo.
Homofobia, lesbofobia, transfobia y bifobias no son violencias asépticas, que no podemos identificar de donde vienen. Al contrario, se trata de una violencia que ejerce el régimen político heteropatriarcal, el mismo que ejerce su violencia machista sobre todas nosotras. Dicha violencia, que es ejercida diariamente, tiene su cara visible en las agresiones que llegan hasta el asesinato de la disidencia sexual.
En Hego Euskal Herria ha habido una subida del 3,3% de estos ataques con respecto del año pasado. Esto va unido a una emergencia de los discursos de la extrema derecha, basados en el odio al diferente, más pujante desde el comienzo de la crisis económica. Dicho discurso tiene la finalidad de dividir a la clase trabajadora, desfigurando la realidad. Pero son estos momentos de crisis del sistema político-económico los que debemos de aprovechar para realizar cambios.
Llevaremos este cartel a todos nuestros centros de trabajo, sedes y secciones sindicales, queremos visibilizar esta lucha, crear conciencia en la clase trabajadora. Acompañaremos esto con más cursos de formación para nuestra militancia a partir de septiembre.
Vemos muy importante la unión de las luchas contra este modelo político, no solo participando en los centros de trabajo por la liberación sexual, sino también en las diferentes convocatorias realizadas por el movimiento de liberación sexual para el 28 de junio en diversas capitales y pueblos de Euskal Herria.
Además de llamar a participar en las diferentes movilizaciones, LAB realizará una convocatoria propia, mañana 28 de junio a las 11:00 de la mañana en la plaza Arriaga de Bilbo.