Durante estos últimos cuatro años uno de los temas más importantes de la negociación en la Mesa Sectorial de Salud ha girado en torno a la modificación del DF 347/1993 que regula el ingreso y provisión de puestos de trabajo de Osasunbidea.
Las consecuencias de la reforma de este decreto son beneficiosas para la plantilla en diversos aspectos como:
1- La provisión por concurso de las jefaturas médicas, en vez de concurso-oposición. Con ello se recuperan plazas vacantes para incluirlas en las convocatorias de OPE de medicina y se garantiza al personal médico de Osasunbidea el acceso a sus jefaturas.
2- La modificación de la denominación de jefatura de unidad de enfermería por la de jefatura de unidad asistencial, por lo que el personal de otras categorías sanitarias de los niveles D, C y B (Celador, TCAE, TEL, TER, TERT, TEAP, TED, TEDS, Terapeuta Ocupacional, Educador Sanitario…) podrá acceder a las jefaturas de sus unidades.
3- La reglamentación de la figura de coordinadora, que se ha puesto en marcha con muchas dificultades, y que permitirá agilizar su implantación en diversas categorías hasta ser sustituido por la figura de jefe de unidad o sección.
4- La modificación del sistema de Promoción Interna Temporal (cuyo desarrollo aparece contemplado ya en una orden foral negociada y consensuada en 2016) para hacerlo equitativo y transparente. Esta modificación recoge aspectos como la convocatoria de pruebas específicas, la configuración de listas públicas, la libre elección de ámbitos de promoción, o una duración limitada a 8 años renovables con cada participación en procesos selectivos.
¿Quién y por qué bloquea la publicación de un decreto negociado y consensuado hace ya un año?
¿Quién está interesado en que la inseguridad jurídica se instale en la gestión de la plantilla?
Seguramente todo ello se deba a que la mejora de las condiciones laborales de la mayoría y una democratización del acceso a la provisión de jefaturas perjudica a los intereses de unas minorías instaladas en el corporativismo y elitismo para autorreproducirse como cuadros de mando y manejar las estructuras de la sanidad pública para sus intereses particulares.
Por ello, desde LAB exigimos el desbloqueo de la situación y la toma de medidas urgentes para que el decreto se apruebe cuanto antes.